El mildiu amenaza: Tensión en los viñedos de La Rioja en plena floración
La humedad y las altas temperaturas, el cóctel perfecto para el mildiu. Tratamientos contrarreloj en los viñedos

Logroño - Publicado el
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El campo riojano no es solo una postal de viñedos y cultivos. Es uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico y social de la comunidad autónoma. Su peso específico en la economía se mide no solo en hectáreas o litros, sino en empleos, exportaciones y en el valor añadido que genera.
El sector agrario, y en especial el sector vitivinícola, arrastra una cadena de valor muy amplia, que va desde el agricultor hasta la industria agroalimentaria y de bebidas. Según datos del Gobierno de La Rioja, esta industria representa más del 21% del valor añadido bruto (VAB), lo que equivale a 578 millones de euros y cerca del 16% del empleo en toda la región.
Solo el vino genera más de 12.200 empleos, de los cuales el 43% son directos. Tiene presencia en 117 municipios riojanos, lo que demuestra su relevancia territorial y social. La Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja cuenta con 66.797 hectáreas de viñedo, de las cuales 41.507 hectáreas están situadas en La Rioja.

Vendimia DOP Cebreros
La producción anual supera los dos millones de hectolitros, lo que supone el 5,5% del total nacional y aporta un 6,5% al PIB regional. Además, el sector agrario ha impulsado un récord histórico de exportaciones en 2024, superando los 2.380 millones de euros, de los cuales el 35% corresponde al sector primario.
El mildiu ya está aquí
Esta semana, los viticultores de La Rioja han amanecido con una inquietud que recorre los viñedos como un susurro de advertencia. El mildiu ya ha aparecido. Esta enfermedad fúngica, provocada por el hongo Plasmopara viticola, representa uno de los mayores peligros para la vid y para toda la campaña vitícola.
“Es el miedo a lo invisible, a lo que se esconde entre las hojas húmedas de mayo”, comenta Eduardo, un viticultor con fincas entre Logroño y Oyón.
El mes de mayo es el momento más crítico del año, la viña está en floración, una fase en la que es especialmente vulnerable. La persistente humedad acumulada durante un invierno largo, sumada a la reciente subida de temperaturas en las horas centrales del día, ha creado las condiciones perfectas para que el hongo despierte y se propague rápidamente.
Eduardo, recorriendo sus hileras, nos muestra las primeras manchas en las hojas jóvenes. Son las señales iniciales del mildiu, que si no se controla, puede atacar a los racimos y comprometer toda la cosecha.

Mildiu
Vigilancia extrema: hoja a hoja
La lucha ha comenzado. Equipos técnicos, ingenieros agrónomos y viticultores están volcados en tareas de inspección. La pregunta en boca de todos es, ¿dónde ha aparecido primero?
Las zonas más propensas, como valles, barrancos y márgenes del río, ya están siendo inspeccionadas al detalle. La revisión es hoja por hoja, porque cualquier descuido puede traducirse en un foco de infección que arruine hectáreas enteras.
Las previsiones meteorológicas no son alentadoras. Se esperan nuevas lluvias para este fin de semana, con acumulaciones importantes que podrían desencadenar una segunda oleada de propagación del hongo.
“Si lo ves, ya es tarde”: actuar antes que el hongo
El mildiu no se combate como otras plagas. No hay una cura una vez que ha colonizado la planta. Por eso, la única estrategia efectiva es actuar de forma preventiva, aplicando tratamientos antes de que el hongo aparezca.
“Si esperas a verlo, ya es tarde”, es la frase que más se escucha estos días entre los viticultores.
La mayoría están aplicando fungicidas con distintas materias activas, diseñadas para proteger las cepas antes de que el mildiu se instale. Pero todo depende del clima, si las lluvias no cesan, los tratamientos pierden eficacia y hay que repetirlos, aumentando los costes y el riesgo.
Desde hace tres días, los viticultores trabajan a contrarreloj, sin descanso, parcela por parcela, aplicando tratamientos con atomizadores, mochilas y tractores. La situación recuerda a otras campañas duras, como la de 2020, en la que el mildiu provocó pérdidas millonarias.

Vendimia
Una enfermedad impredecible pero devastadora
El mildiu no aparece todos los años, pero cuando lo hace, lo hace con fuerza y sin avisar. Su ventana de ataque va desde mayo hasta finales de julio, siendo las fechas más críticas desde la floración hasta San Fermín.
Comienza en las hojas, pero si alcanza el racimo, puede destruir la cosecha entera. Esto no solo afecta a la planta, sino también al trabajo de meses, a la economía de muchas familias y a la historia de un vino con alma.
Ayudas y vendimia en verde:
Ante la gravedad de la situación, el Gobierno de La Rioja ha recordado que en los últimos dos años ha destinado 118,3 millones de euros en ayudas al sector agroganadero. Y esta semana, el presidente Gonzalo Capellán ha anunciado una partida extraordinaria de 4,5 millones de euros destinada a apoyar la cosecha en verde.
Esta medida busca ayudar a los viticultores profesionales que no han cerrado contratos con bodegas y evitar que se produzca uva sin destino comercial. A día de hoy, ya se han presentado solicitudes para 6.000 hectáreas.
Acogerse a esta ayuda implica eliminar todos los racimos de uva de las parcelas aprobadas, dejando el rendimiento a cero. A cambio, se recibe una compensación económica. Para 2025, la ayuda está fijada en 1,19 euros por kilo de uva, sobre un rendimiento máximo de 6.500 kg por hectárea.
“Es la primera vez que pido esta ayuda, pero lo hago por necesidad”, confiesa José Luis, viticultor de Murillo.
El mildiu ha vuelto, y lo ha hecho en el peor momento. La clave está en las próximas semanas, si llueve menos y las temperaturas se estabilizan, los tratamientos pueden ser eficaces. Si no, la cosecha peligra. El campo riojano, ese que tanto aporta a la economía y al paisaje, vuelve a mirar al cielo.