Cuando somos padres lo más normal es que hayamos pensado en un nombre el bebé desde hace varios meses. Hoy en día hay varios nombres originales, comoArya, que está presente en el DNI de 1.403 españolas, o el de Leia, que aparece en 1.175 documentos nacionales de identidad en España. Son nombres que se han vuelto populares por las series o películas en donde aparecen los personajes a los que hacen referencia.

Se tratan de nombres que originales y que suenan mejor que otros con los que nombraban antes a los recién nacidos, como Restituto, el cual tienen 646 personas, o Cristeta(ese nombre existe), que lo tienen 233 mujeres en España. Pero, lo que es seguro que no sepas es que desde el 8 de junio de 1957 existe una ley que regula los nombres que les podemos poner a nuestros hijos. Uno de los principales motivos de esto es la "originalidad"de algunos padres a la hora de escoger el nombre con el su hijo o hija vivirá por el resto de su vida.

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Además, esta ley se ha ido modificando con el paso de los años para evitar que algunos de los nombres que escogen los progenitores lleguen a ser denigrantes. O, tal y como dice el artículo 54 de la Ley de 8 de junio de 1957 sobre el Registro Civil, "quedan prohibidos los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, los que hagan confusa la identificación y los que induzcan a error en cuanto al sexo".

Nombres con connotaciones negativas o de famosos

Aunque, con el paso de los años, la Ley del Registro Civil se ha vuelto más flexible, sigue dejando bien claro que si el nombre es rechazado por el incumplimiento de las normas por parte de los padres, estos deberán hacer otra propuesta en los próximos tres días. Si pasado ese tiempo no lo han hecho, el Ministerio de Justicia tendrá potestad y autoridad para intervenir y escoger un nombre más apropiado para el bebé. Para poder entenderlo mejor, imaginemos que unos padres eligen el nombre Aquiles para su hijo, pero el primer apellido es Castro. En este caso el nombre no se permitiría y los progenitores tendrían que ponerle otro nombre a su hijo. Ya que el artículo 192 del Decreto de 14 de noviembre de 1958, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley del Registro Civil, indica que "son nombres prohibidos por extravagantes, los que sí o en combinación con los apellidos, resultan contrarios al decoro de la persona". Tampoco podemos ponerle a nuestro hijo nombres de personas que han marcado la historia de forma negativa, como son Hitler, Stalin u Osama Bin Laden (por razones obvias), Caín o Judas.

Por otro lado, no podemos nombrar a nuestros hijos con el nombre de una marca o firma oficial, como Gucci, Nutella o Nocilla, por nombrar algunos. Pero tampoco está permitido ponerle a los niños nombres completos de famosos, sean o no reales, como son Frida Kahlo, Salvador Dalí o Anna Karenina (que es un personaje literario de Tolstói). Otro aspecto que contempla esta ley es que no se pueden poner nombres que, además de negativos, sean motivo de insultos y/o burlas para el resto, como pueden ser Bobo o Caca. Tampoco está permitido ponerle a nuestros hijos nombres de capitales, ciudades, frutas o acrónimos.

El mismo nombre que los hermanos

Una de las prohibiciones que pone esta ley, y que está indicado en el artículo 51 de la ley del Registro Civil, es que no puede ponerse el mismo nombre a los hermanos, Es decir, si tienes un hijo que se llama Juan, su hermano pequeño no puede tener ese nombre ni en español ni traducido a ningún otro idioma. Por lo que los padres no pueden nombrar al su otro hijo Iván, dado que es la traducción de Juan en ruso.

Sin embargo, este mismo artículo contempla una excepción para ponerle a uno de los hijos el mismo nombre que su hermano, y es que el hermano que tiene dicho nombre haya fallecido.

Todo esto puede hacer que nos parezca que ponerle un nombre a nuestros hijos sea un dolor de cabeza o una tarea complicada. Pero si tenemos en cuenta los aspectos que contempla la misma y que hemos mencionado anteriormente, podemos entender que con esta ley lo que se hace evitar nombres que causan más daño que beneficio a los niños y niñas de nuestro país. Podemos ponerle a nuestros hijos un nombre creativo u original, pero siempre que utilicemos el sentido común.