Juegos para el aislamiento: El Castro o Rayuela
Es un juego tradicional, pero ya su nombre suena a historia, a defensa, a estrategia
Tiempo de lectura: 2'Actualizado 11:40
El Castro es "un juego de muchachos similar a las tres en raya, que se practicaba dirigiendo unas piedras por unas líneas dispuestas al modo de un ejército acampado", según define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, y ese significado tiene mucho que ver con otras dos acepciones que nos da la RAE como que castro es un poblado fortificado de la Iberia romana, y una tercera, "real o sitio en el que estaba acampado y fortificado un ejército".
En definitiva castro viene del latín castrum que significa fortaleza.
Una fortaleza como la que existió en el siglo I antes de Cristo en Baroña municipio de Puerto del Son, en la provincia de La Coruña.
El Castro de Baroña en La Coruña
A este juego, y según donde vivas también se le conoce como Rayuela, truque, luche, el cuadrado, la chilena o el volantín: "Juego infantil, tradicionalmente de niñas, que consiste en ir desplazando un tejo, a puntapiés y a la patacoja, por varias casillas dibujadas en el suelo, procurando no pisar las rayas y que el tejo no quede detenido en ellas.
Las reglas del juego
Para jugar al Castro o la Rayuela sólo necesitas una superficie lisa y una tiza para poder dibujar, pero como en casa mamá no nos va a dejar pintar el suelo, el dibujo que, para muchos, es similar a un avión, se puede hacer con cinta aislante o un celo de color.
Esa especie de avión, el dibujo está compuesto por cajas con números del 1 al 10. Esos cuadrado pueden ser de distintos tamaños y si la podemos pintar con tizas de colores, pues también pueden ser de distintos colores.
Necesitamos una piedra lo más plana posible, en casa la podemos sustituir por una pastilla de jabón, por ejemplo. Para empezar a jugar, hay que situase detrás del primer número, con la piedra (o sustituto) en la mano, y hay que lanzarla. El cuadrado, la caja, en la que caiga se denomina "casa" y no se puede pisar.
El niño o la niña debe recorrer el circuito saltando a la pata coja en los cuadrados. El objetivo del juego es pasar la piedra de cuadrado en cuadrado hasta llegar al 10 y volver a la casilla de salida.
Si el jugador pierde el equilibrio o la piedra se sale del cuadrado, se pierde el turno y pasa al siguiente jugador. Gana el primer jugador que llegue a la casilla número 10 realizando el recorrido sin caerse, tirar la piedra fuera de la caja o pisar una línea.
Sin duda, el Castro o la Rayuela es un juego muy beneficioso para los niños porque puede mejorar su equilibrio y su coordinación. E incluso les ayuda a aprender los números a los más pequeñitos.
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