Esta es la hierba de uso común que desinflama el abdomen, reduce el mal aliento y ayuda a combatir el insomnio: así puedes incluirla en tu dieta

Refrescante, aromática y con un gran potencial nutricional. Hacemos referencia a una de esas hierbas que no deberían faltar en tu hogar.

Aunque suele ser relacionada con infusiones o productos de higiene, lo cierto es que la menta tiene dos caras que describen muy bien su valor: la medicinal y la gastronómica.

Medicamento natural

Desde hace siglos, la menta ha sido usada como un remedio natural para tratar distintas molestias corporales. Esta hierba está compuesta por aceites, minerales y antioxidantes que le otorgan una característica terapéutica que sigue teniendo relevancia en la medicina actual.

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Entre la lista de beneficios destaca su utilidad en el sistema digestivo. Ayuda a aliviar gases y cólicos, reduce la presión abdominal y puede ser una solución contra el estreñimiento. Gracias a su aroma refresco, se recomienda consumirla después de las comidas pesadas, ya que nos hace producir un mayor número de enzimas digestivas, que mejoran la sensación de malestar estomacal.

La menta también puede ayudar con varios problemas respiratorios. El mentol, que es uno de sus componentes principales, funciona como descongestionante y facilita la tarea de expulsar las mucosidades de nuestro organismo, eliminando también la irritación en la garganta. Por lo que, es una solución rápida para aquellos síntomas de resfriado como la tos o el asma.

Una de sus cualidades más conocidas es que mejora el aliento. Sin embargo, además de eliminar las bacterias que causan el mal olor, también ayuda a prevenir problemas bucales más graves como la gingivitis o las caries.

A su vez, tiene propiedades antiinflamatorias que quitan los dolores de cabeza y migrañas, por lo que, gracias a su relajante efecto, también la vuelve perfecta para combatir el estrés, la ansiedad e incluso el insomnio.

El ingrediente que cambiará tus platos

La menta no solo sirve como un remedio casero. Su frescura la transforma en un ingrediente único en la cocina, con la habilidad de destacar en platos dulces y salados.

Es muy normal que la encuentres en postres, helados, batidos y cocteles, un ejemplo de ello es el mojito o la limonada con menta, pero su uso puede ir mucho más allá. La menta contribuye muy bien a los platos salados como: las ensaladas frescas o las sopas y cremas frías, donde su sabor natural ayuda a equilibrar los sabores.

Además, combina perfectamente con muchos de los ingredientes favoritos de la gastronomía española como lo son: el tomate, el pepino, quesos frescos y los diferentes cítricos. Asimismo, es ideal para preparar salsas o vinagretas, para complementar las carnes blancas y potenciar su sabor.

Añadirla en tu rutina culinaria, le dará un giro especial a esos platos tradicionales que comes diariamente, acercándote a una gran mezcla de culturas entre cocina mediterránea y la oriental.

Úsala para aromatizar tu casa

Además de sus propiedades medicinales y gastronómicas, la menta también podría usarse para refrescar el ambiente de forma natural, ya que su aroma suele transmitir limpieza y buenas energías.

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Por eso, puedes sacarle provecho para que tu casa huela bien constantemente. A continuación te dejamos tres sencillas formas de utilizar la menta para que lo logres:

1. Hierve una buena cantidad de sus hojas en agua para perfumar el aire de la cocina.
2. Mezcla agua, unas gotas de aceite esencial de menta y un poco de alcohol en un frasco con spray.
3. Coloca ramas frescas en jarrones pequeños en el baño, el salón o acerca del armario.

Tu nuevo aliado natural

Ya lo sabes, si necesitas aliviar tus molestias digestivas, darle un toque diferente a tus comidas o si le quieres dar frescura a tu hogar, la menta es uno de esos elementos que te pueden ayudar con ello. Además, es una hierba versátil, económica y fácil de conseguir, por lo que puede llegar a convertirse en un aliado imprescindible en tu día a día.