La debilidad de Sánchez amenaza nuestra posición en Europa

La comparecencia de Sánchez ante el Congreso de este miércoles apenas sirvió para evidenciar la soledad del presidente y la ausencia de una estrategia viable para aumentar la inversión en defensa. Oculto tras una retórica cada vez menos creíble, el líder socialista se comprometió a alcanzar el 2% de inversión en defensa sin precisar cómo llevará a cabo dicho objetivo. Amparado en una colección de eufemismos, el presidente intentó disimular la evidente fractura de su bloque de Gobierno, aunque sus socios no perdieron la oportunidad de recordarle que debe presentar unos nuevos presupuestos en los que esclarecer su inversión militar.

Sánchez no cuenta hoy con una mayoría parlamentaria para cumplir los compromisos acordados con la Comisión Europea. Sin presupuestos y con unos socios anclados en posturas anti atlantistas que quiebran el consenso europeo, ha perdido toda capacidad para llevar a cabo una verdadera acción de Gobierno. Esta debilidad resulta especialmente crítica en un contexto internacional que exige agilidad y determinación.

Sánchez no solo está aislado, sino que se muestra incapaz de reconocer su propia fragilidad. La ingeniería verbal y los juegos retóricos del presidente son preocupantes, y pueden volverse letales cuando lo que está en juego es la seguridad de nuestra nación y la defensa de la propia Unión Europea. La insistencia de Sánchez en gobernar sin mayoría parlamentaria podría exponer a nuestro país a un riesgo de consecuencias imprevisibles.