El 'idioma' de España que Marruecos ha intentado erradicar y que está en peligro de extinción: se sigue usando en Ceuta y Melilla

Este dialecto es la lengua que los sefardíes han usado durante muchos años en el mar Mediterráneo, especialmente entre España y Marruecos

Banderas Marruecos y España

Alamy Stock Photo

Banderas Marruecos y España

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

Las relaciones entre España y Marruecos no solo se explican a través de la política, la economía o la inmigración. También hay un vínculo cultural y lingüístico que ha marcado durante siglos a ambos países. Un ejemplo de ello es la haquitía, un dialecto judeoespañol que nació en el norte de Marruecos y que todavía sobrevive, aunque con dificultad, en ciudades como Ceuta y Melilla

Este idioma, poco conocido para la mayoría de los españoles, forma parte de la historia compartida entre las comunidades judías sefardíes expulsadas de España en 1492 y las tierras del Magreb, donde encontraron refugio. 

El almirante Garat señala el papel que jugaría el ejército europeo si Marruecos ataca España: "Límites geográficos"

Las relaciones entre España y Marruecos siempre han sido tensas

LA HAQUITÍA, UN DIALECTO OCULTO PARA MUCHA GENTE

La haquitía es un dialecto judeoespañol que combina el castellano del siglo XV con expresiones en hebreo y numerosos arabismos. Surgió cuando los judíos expulsados de la Península se asentaron en ciudades como Tánger, Tetuán o Larache, y posteriormente en Ceuta y Melilla.

Más que un idioma, la haquitía es una forma de identidad. Sus hablantes la usaban en la vida cotidiana, en las relaciones familiares y comerciales, y como vehículo para mantener vivas las tradiciones sefardíes. Además, se caracteriza por su musicalidad: tiene un ritmo particular, con frases rápidas, entonaciones ascendentes y expresiones cargadas de emoción. 

Con el paso de los siglos, la haquitía comenzó a perder fuerza. El avance del árabe, del francés en tiempos del protectorado, y la presión social por asociarla a las clases menos instruidas fueron debilitando su uso. Muchos la consideraban un idioma vulgar, lo que provocó que incluso familias judías dejaran de enseñarla a sus hijos.

A este proceso se sumaron tensiones políticas. Marruecos, tras su independencia en 1956, potenció el uso del árabe y relegó a un segundo plano lenguas minoritarias como la haquitía. Para buena parte de la comunidad sefardí, aquello fue el principio de su desaparición. 

Comer se dice "maklear", lástima es "manzía" y, por ejemplo, "cabeza" es "meollo", expresión que nos suena mucho más

CEUTA Y MELILLA, EL REFUGIO DEL HAQUITÍA

Pese a todo, Ceuta y Melilla se convirtieron en un refugio para este idioma único. Allí, algunos descendientes de las comunidades sefardíes continúan transmitiendo expresiones y palabras de la haquitía, manteniendo vivo un legado que hoy está considerado en peligro de extinción.

Aunque ya no se habla en la vida diaria como antaño, aún pervive en canciones, refranes, bendiciones familiares y en la memoria de los mayores. En este sentido, las dos ciudades españolas en el norte de África son un auténtico museo viviente del idioma. 

La haquitía es también una muestra de cómo España dejó huella en el norte de África más allá de la política o la religión. Expresiones del castellano medieval, mezcladas con hebreo y árabe, componen una lengua que recuerda la diversidad cultural de la Península antes de la expulsión de los judíos en 1492.

Además, este idioma conserva un carácter afectivo y emocional. Abundan las bendiciones cargadas de cariño, pero también las maldiciones populares, muchas veces con un tono humorístico. Esa riqueza lo convierte en un tesoro cultural difícil de sustituir. 

España y Marruecos comparten muchas similitudes a lo largo de la historia

Alamy Stock Photo

España y Marruecos comparten muchas similitudes a lo largo de la historia

Aunque muchos lo daban por muerto, en los últimos años filólogos e investigadores han puesto en marcha iniciativas para preservar la haquitía. Se han publicado diccionarios, recopilaciones de canciones y trabajos académicos que tratan de rescatar lo que queda de este dialecto.

Nombres como José Benoliel, Manuel Alvar o Haïm Vidal Séphiha han dedicado parte de su obra a documentar esta lengua. Su trabajo ha permitido que la haquitía no desaparezca del todo y que nuevas generaciones de investigadores la estudien. 

Hoy, la haquitía sobrevive en pequeños círculos y está considerada una lengua en peligro de extinción. Sin embargo, su valor cultural y simbólico va mucho más allá de lo lingüístico: es un testimonio vivo de la historia compartida entre España y Marruecos, un recordatorio de la riqueza cultural de Sefarad y un ejemplo de cómo el mestizaje puede crear identidades únicas.

La pregunta es si aún estamos a tiempo de salvarla. Ceuta y Melilla mantienen encendida la llama, pero cada vez son menos los hablantes que la transmiten. Y, como ocurre con todas las lenguas minoritarias, si no se actúa pronto, corremos el riesgo de perder para siempre una parte fundamental de nuestra memoria colectiva.

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

05:00 H | 18 SEP 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking