"El problema no es que Puigdemont chantajee a Sánchez, el problema es que a través de Sánchez, Puigdemont está chantajeando a toda la sociedad española"

Señoras, señores, me alegro. Buenos días, espero que estén bien. Ocho de la mañana, siete en Canarias, 7 de noviembre de 2025, viernes. La mañana es estupenda, como lo decíamos antes, para presentar Presupuestos Generales del Estado o para decir que tiene España un partido, un gobierno muy estable o que las cuentas del PSOE no tienen apariencia turbia. Porque claro, después de todo lo que se vivió ayer, hay que hacerse una pregunta esta mañana: ¿Y ahora qué? 

Hay un artículo muy interesante en ABC que se titula así: “¿Y ahora qué?”. Oiga, ¿va esto a afectar a la gobernación? El hecho de que Junts diga que no va a aprobar ninguna ley más del gobierno de Pedro Sánchez… La respuesta es: pues a lo mejor no. El tío sigue ahí en el Falcon, en el colchón de la Moncloa, en las idas, en las venidas y España paralizada. Es decir, queda como un gobierno inquio-okupa. Faltan diez días para que cumpla dos años el día que Pedro Sánchez fue investido y echó a andar este engendro, por llamarlo de alguna manera.

Y tenemos a la Audiencia Nacional investigando al PSOE y a Junts anunciando enmienda a la totalidad a todas las leyes en trámite parlamentario. Esto… bueno, Míriam Nogueras, ayer la portavoz de Puigdemont, se puso las gafotas vintage en la punta de la nariz y empezó a desgranar todos los estropicios parlamentarios que le han preparado a Sánchez. Enmienda a la totalidad, excepto a tres o cuatro proyectos de ley que habían enmendado previamente. O sea: adiós, Ley Bolaños; Ley Begoña; estas cosas. Bueno… y adiós a los Presupuestos Generales del Estado de este año y del que viene.

Oiga, ¿y esto afecta a Sánchez? ¿Le produce al menos algún tipo de sudor genital? Pues sí, le produce mucho sudor genital en la zona del Cono Sur porque él sigue. Vamos, si puede, si puede y si no se le colapsa todo. Pero lo va a intentar también. Adiós a la Ley de Industria, la de Familia, del Sistema Nacional de Salud, la de lobbies, la de Pesca Marítima… ¿Y cuál es el problema? Que Bruselas, para que nos mande las últimas partidas de los fondos europeos, exige que estas leyes sean aprobadas. Y ahora dice el Gobierno… Pues ha sacado la jaimitada esta otra vez de “la mano tendida” y “no vale la pena” y “tranquilidad”… Bueno, cada uno se puede engañar como quiera.

Esto puede hacer caer al Gobierno y conducir a elecciones anticipadas, pero hay tantas cosas que deberían haber hecho caer al Gobierno y aquí no ha pasado nada, que a lo mejor lo único que queda —o lo que hay que esperar— es más deterioro, más crispación, más problemas que se acumulan sin que nadie les ponga solución. O sea, un inquiokupa. ¿Por qué? Porque pagó la primera mensualidad del alquiler, que fue la investidura de Sánchez en 2023, y dice Junts que ya no le ha vuelto a pagar. Bueno, tenemos claro que no va a haber presupuestos en todo lo que dure la legislatura y ya veremos cómo acaba.

Miren, todo lo que no le ha dado Sánchez a Junts es porque no se lo ha podido dar. Es decir, no le ha dado… bueno, le ha dado la amnistía. ¿Le parece poco? Lo que pasa es que el Supremo y Europa dicen otra cosa acerca de la malversación, y eso hace inevitablemente que Puigdemont no pueda volver a España. Ahora, esto es un decir: “Voy a verte a Waterloo y te doy lo que me pidas”. Pero es que tampoco puede darle lo que le pide. Le puede dar un referéndum sobre si le gusta la butifarra más hecha o menos hecha, a la brasa o a la plancha, pero no puede darle un referéndum de independencia porque no le permite la Constitución y por mucho que se ponga Conde-Pumpido tampoco lo puede permitir.

Así que bueno… Yo no sé si este fallo del sistema se podrá corregir o no en el futuro. La legitimidad de los gobiernos deriva de su origen, pero también de su ejercicio. La investidura de Sánchez fue repugnante, fue inmoral, fue formalmente democrática. Mayoría parlamentaria, sí; negoció la gobernabilidad de España con un delincuente, con un chantajista. O sea: tú atas tu destino a un chantajista, tarde o temprano acaba chantajeando. Y el problema no es que Puigdemont chantajee a Sánchez, el problema es que a través de Sánchez Puigdemont está chantajeando a toda la sociedad española. Y si Sánchez tuviera una brizna de sentido común, debería poner punto final a esto.

Pues ya no va. No porque España esté condenada a una parálisis legislativa sin precedentes. No, no, vamos a ver: es que no tiene la capacidad de mejorar la vida de los ciudadanos. Si Sánchez fuera medio normal, debería poner fin a esta legislatura por un elemental sentido del asco. Literalmente. Sánchez no gobierna, pero ejerce de influencer y cada viernes recomienda libros que seguro no ha leído. Bolaños se ha quedado sin leyes, pero se hace el gracioso en TikTok. Y Óscar Puente, entre insulto e insulto, hace vídeos para demostrar que en su ministerio se siguen moviendo sobres con dinero en metálico.

Todos haciendo risitas y viviendo en una realidad paralela a la patética situación política y judicial y a la ristra de los casos judiciales. Ayer se sumó formalmente otro más. Es que la presunta financiación irregular… El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, investiga todo lo que afecta la trama Koldo; todo lo que no está en el Supremo. Abrió una pieza separada sobre la financiación del PSOE. Fue el Supremo el que remitió a la Audiencia Nacional el asunto ante las dudas después de haber tomado declaración al extesorero Mariano Moreno del PSOE. La cosa arrancó con un informe de la UCO que constataba el pago de grandes cantidades de dinero en metálico a Koldo García, los hombres famosos.

El PSOE no pudo explicar de manera satisfactoria ese trasiego y el Supremo ha enviado la causa a la Audiencia Nacional. Que además está investigando la denuncia de Carmen Pano, aquella empresaria que decía que llevaba bolsas de 90.000 € a Ferraz como pago de comisión en la trama de hidrocarburos. Y estos indicios se unen a la denuncia de Víctor de Aldama, que asegura que Koldo y Ábalos siempre le dijeron que la mitad de las mordidas que cobraban eran para financiar el partido.

¿Y ahora qué van a hacer? Sus socios, los socios de Sánchez, que habían situado en la financiación ilegal la línea roja de su servilismo a Sánchez… ¿Qué le van a hacer? Pues mover otro poco la línea roja, bueno… y seguir atacando a la justicia. Nada más. Ya veremos después de todo esto cómo los próximos días nos dan o no algún tipo de sorpresa.