El Congreso de los Diputados busca nueva propietaria para su servicio de cafeterías, restaurantes y máquinas de vending. El contrato está fijado en 4,3 millones de euros y durará desde el 1 de marzo de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2023. Eso sí, se contemplan hasta dos posibles prórrogas (2024 y 2025), que elevarían el valor del contrato hasta los 6,8 millones.

La presentación de ofertas está abierta hasta el próximo 15 de diciembre, con la apertura de los sobres prevista para el 1 de febrero de 2021 en el Congreso. En su contrato, la entidad parlamentaria también fija los precios máximos con los que podría operar la empresa que resulte elegida: un desayuno por 1,15 euros, un café por 0,95, una caña de cerveza por 1,05, un refresco por 1,10, un plato combinado por 7 euros como máximo, un pincho por 1,75, unos calamares a la andaluza por 5,50...

Los productos que se sirvan “deberán ser de primera calidad, con indicación de clase, marca o distintivo acreditativo de esa calidad”. Es decir: verduras y hortalizas “preferiblemente frescas, de temporada y de primeras calidades”, como también sucede en el caso de las carnes. Además, “deberá producirse una rotación de al menos el 50% de los productos cada mes”.

Todos los servicios de hostelería del Congreso se prestarán de forma íntegra en sus dependencias o, en su caso, en la vivienda institucional. Para ello, se dispondrá de “las instalaciones, cocina, comedores y cafeterías existentes en las dependencias de la Cámara, así como zonas de almacenaje en seco y frío y cámaras refrigeradas”. Se habrá tenido que autorizar el acceso a los edificios parlamentarios a las personas que trabajen en la cafetería, autoservicio y restaurante.

Ahora mismo, es Cafestore, la filial de restauración de Sacyr, quien se encarga del bar del Congreso. Aunque el contrato original se desarrolló entre octubre de 2018 y marzo de 2020, este se amplió ochos meses y medio más, hasta mediados de diciembre.