El objeto común que si metes en el trastero de tu comunidad de vecinos este 2025 puede costarte una multa: en la Ley de Propiedad Horizontal
Un trastero sirve para guardar objetos que no se usan a diario, sin embargo la realidad lleva la límite esta función.

Trastero de una casa
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No todas las comunidades tienen trastero, y aunque cuenten con ellos, muchos vecinos carecen de uno. Por lo general se trata de espacios pequeños, cerrados, destinados al almacenamiento de objetos que no se usan de manera frecuente. A nadie se le escapa que contar con uno da valor a la vivienda y ayuda a su revalorización, ya que se trata de un extra muy goloso para el mercado inmobiliario.
Suelen encontrarse en los sótanos o azoteas, aunque ahora también está muy de moda alquilarlos en espacios especializados, muchos a pie de calle.
Son especialmente deseados para quienes buscan liberar espacio en casa, guardar muebles, ropa de temporada, juguetes, libros, bicicletas o equipaje, almacenar enseres poco usados como herramientas o los clásicos adornos de Navidad, lo que sin duda ayuda mantener el orden y la armonía en casa al quedar mucho más despejada.
Pero cuidado porque no todo vale en un trastero. Estos cuartos tienen sus propias reglas. Es decir, que aunque un propietario sea libre de guardar lo que quiera, debe respetar ciertas normas.
Un trastero no está pensado para cocinar, ni para dormir, trabajar, alojar mascotas, fumar, hacer fiestas o como sala de juego de los más pequeños. Su función es simple y llanamente guardar objetos que no se usan a diario.
Sin embargo, la realidad en muchos casos en bien diferente y algunos propietarios aprovechan para exprimirlo de forma poco ortodoxa.
Si eres uno de ellos, mucho cuidado porque dar un uso distinto al almacenamiento personal a un trastero de la comunidad puede generar problemas legales y económicos. Esto se debe a que se estaría incumpliendo la Ley de Propiedad Horizontal y las normas internas del edificio.
Las repercusiones de un mal uso de los trasteros van desde multas, hasta tener que responder por daños a vecinos o a la estructura del inmueble en casos más graves.
un frigorífico en mi sótano
Un caso muy habitual es el de comuneros que tienen en su trastero frigoríficos o arcones de gran consumo conectados a la electricidad, lo que puede generar problemas en muchos sentidos.

Trastero de una casa
multas por usar mal los trasteros
Uno de los problemas es que por lo general estos aparatos van enchufados a la red de la comunidad, que es la que suele haber en estos espacios, con lo que al final todos los vecinos acaban pagando ese consumo.
Además, al tratarse de una instalación no autorizada, tal y como recuerda comunidades.com, en caso de producirse una inspección eléctrica puede caer una sanción a toda la comunidad.
Ni que decir tiene que la conexión de estos aparatos a la red puede provocar un incendio debido a posibles sobrecargas en espacios por lo general poco ventilados y lejos de cualquier reacción inmediata. Es más, en caso de siniestro, es posible que el seguro no lo cubra.
Incluso, aunque se disponga de un contador propio o de una línea derivada de la vivienda, no se eliminan todos los riesgos, porque la normativa urbanística y la Ley de Propiedad Horizontal (artículo 7.1) son claras: no se puede alterar la seguridad del edificio ni causar molestias o perjuicios al resto de propietarios.
Por eso, antes de emplear el trastero para cualquier fin diferente, conviene revisar los estatutos y las escrituras que responden por ese cuarto.

Interior de una comunidad de vecinos
qué hacer si vemos un uso indebido del trastero
Con todo, si se detecta un uso indebido de estos espacio, lo mejor es avisar al presidente o al administrador, de cara a activar las medidas pertinentes, si es que las hubiera, o convocar una junta de propietarios Extraordinaria que elabore un reglamento que especifique claramente los usos que están permitidos y los que no, siguiendo lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley de Propiedad Horizontal.
Estas normas se aprueban mediante votación mayoritaria entre los propietarios, y una vez dado el visto bueno son obligatorias para todos.
Sin duda, contar con un reglamento claro facilita tomar medidas frente a quienes incumplan las reglas. Además, en este documento debe quedar reflejado que cada propietario es responsable de los daños o perjuicios que pueda causar a la comunidad por un mal uso de su trastero.