Cristina Buendía, notaria, avisa sobre hacer testamento: "El peor error es redactarlo uno mismo, pueden darse situaciones que ni nos planteamos"
Hacer testamento es probablemente una de las decisiones más importantes de nuestra vida, ya que pequeños descuidos pueden convertirse en grandes problemas al repartir la herencia.

Señora firmando un testamento
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Tomar la decisión de hacer testamento no es sencillo, pero está claro que dar el paso facilita los trámites, da seguridad y evita conflictos familiares. La ley reserva una parte de la herencia a los herederos forzosos, aunque del resto de bienes se pueden disponer libremente. Además, no implica que no podamos cambiar de idea hasta nuestro fallecimiento. Podemos modificarlo tantas veces como deseemos ante notario.
Es normal que sobre un documento tan importante surjan dudas. Hacerlo de forma incorrecta o sin conocer bien la ley, puede traer consecuencias que nuestros elegidos tendrán también que heredar.
Redactar un testamento puede parecer sencillo, pero pequeños descuidos pueden convertirse en grandes problemas al repartir la herencia.
Uno de los errores más comunes es precisamente no hacerlo, bajo la idea equivocada de que no hace falta. Otro fallo habitual es no revisarlo cuando cambian las circunstancias personales, como un nuevo matrimonio, una separación o la llegada de más hijos.
También generan conflictos las cláusulas ambiguas que se prestan a diferentes interpretaciones, así como el desconocimiento de la porción mínima que la ley garantiza a determinados herederos. A todo ello se suma la tentación de redactar el testamento sin un notario, lo que en muchos casos termina en disputas legales o en la nulidad del documento.
Pero de entre todos, a juicio de la notaria, María Cristina Clemente Buendía el peor error que suelen cometer las personas a la hora de dejar testamento "es que lo redacten ellas mismas, que se hagan un testamento ológrafo en casa", ya que, "desconocen en muchas ocasiones cuál es el sistema legitimario".
La experta insiste en la importancia de asesorarse bien y no dejar cabos sueltos. "Es verdad que no en toda España existe el mismo concepto de legítima, y además se pueden dar situaciones que una persona no puede llegar ni siquiera a plantearse".
designar un administrador
También, en muchos casos, los ciudadanos no aprovechan todas las herramientas legales que tienen a su disposición como el hacer "uso de todos los instrumentos que la ley le permite". Es el caso, por ejemplo, de que "una persona que está divorciada y que no confía en que su expareja administre los bienes de un niño menor de edad". En este caso el notario puede recomendarle "designar un administrador".

Gafas y pluma sobre un documento
transparencia y la comunicación
La transparencia y la comunicación también son fundamentales a la hora de planificar la herencia. "Es muy importante que la persona no se guarde nada". Es decir, "si tiene alguna situación que considera personal y que el notario debe saber, es importante que se lo transmita, porque aunque tengamos que respetar un sistema de legítimas, la ley nos permite hacer cosas como delegar la facultad de mejora en entre cónyuges o en el caso de que haya una persona con discapacidad, grabar la legítima con una sustitución fideicomisaria".
y si el heredero fallece antes
Otra de las recomendaciones básicas de la notaria Buendía es prever escenarios inesperados, por ejemplo, si el heredero fallece antes que la persona que le deja la herencia o al mismo tiempo.
Por eso, recuerda que cada detalle cuenta en la redacción de un testamento. "No hay que dejarse nada y hay que decirle al notario, para que cuando redacte el testamento se ajuste de verdad a sus circunstancias y a su voluntad, que llegado el momento será la última", concluye.