Le diagnostican cáncer, se presenta a un concurso de la NASA y gana un millón de dólares: la "letra pequeña" por la que no pudo cobrarlo
La asombrosa historia de María Jesús Puerta, la ingeniera de minas española cuyo triunfo esconde una estricta condición que ni ella misma esperaba

Traje espacial de astronauta de la NASA
Madrid - Publicado el
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La NASA lanzó el concurso global ‘Lunar Recycling Challenge’, cuyo objetivo era llevar a cabo el diseño y desarrollo de soluciones de reciclaje digital para reducir los materiales desechados en las misiones lunares a largo plazo. Entre grandes equipos de investigadores, universidades y empresas de 80 países, una ingeniera española ha logrado imponerse en esta competición. A pesar de su victoria, no pudo recibir el millón de dólares como recompensa por no cumplir las bases del concurso.
‘Esperanza’: un proyecto de superación personal
Compaginando su trabajo, su vida familiar y un cáncer de mama que le diagnosticaron hace siete años, María Jesús Puerta presentó su proyecto para la primera fase, que a día de hoy, es un reflejo de su resiliencia. Ella lo concebía como un propósito para demostrar y demostrarse que la verdadera victoria estaba en la esperanza, porque sí, el miedo y el dolor también pueden convertirse en esperanza, a pesar de estar atravesando un cáncer en pleno tratamiento.

La ingeniera de minas María Jesús Puerta
A raíz de su diseño, desarrolló un gemelo digital con el que consiguió reducir 4.500 kilos de desechos lunares a unos 50, aproximadamente, empleando el resto en la producción de materiales que puedan usarse en otras misiones futuras. Era una especie de simulación entrenada con Inteligencia Artificial en la que muestra cómo un sistema sería capaz de reciclar residuos como plástico, polvo u otros materiales en la Luna.
Su victoria acompañada de una “letra pequeña” y la búsqueda de financiación para el futuro
Según ha relatado la propia ingeniera en ABC, para poder recibir el premio del concurso (un millón de dólares), era estrictamente obligatorio tener nacionalidad estadounidense. Sin embargo, ha asegurado que en el anuncio dejaban claro que el concursante podía hacerse con el dinero si ganaba esta primera fase; lo que ella no se esperaba era ser la única, de seis ganadores, que no iba a recibir la recompensa económica por el simple hecho de no ser americana. Esto dificulta su avance en el desarrollo de la segunda fase de su proyecto.

Cartel de la NASA en el exterior de su sede en Washington
A pesar de ello, ninguna institución española se ha puesto en contacto con ella, a excepción de la Universidad Politécnica de Cataluña, donde finalizó sus estudios: “Me escribieron para felicitarme”, afirma.
Sin embargo, María Jesús prefiere ver la otra cara de la moneda, dando más importancia al reconocimiento de la NASA por su esfuerzo y dedicación que a la obtención de la recompensa, aunque esta fuera de grandes cantidades.
Actualmente, está intentando seguir con el desarrollo de su proyecto y presentarse a la segunda fase, demostrando al resto de su entorno su mejor versión y que ‘Esperanza’ sirva como inspiración para lograr un innovador ecosistema de ciencia cuyo impacto sea global.