Ángel Gómez, influencer que perdió a su hermana de 23 años: “Me di cuenta de que no podíamos dar por hecho que íbamos a vivir, así que he hecho una lista de 510 deseos para ella, empecé con 20.000 euros y a los 6 meses me quedé sin un duro”
El joven empezó esta aventura con 25 años, se pidió una excedencia para cumplir la lista de deseos de su hermana y la suya, como explicaba en 'La Tarde'

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Hay pocas certezas en esta vida que sean universales, y una de ellas, es la muerte. Que todos nos moriremos en algún momento, es algo irrefutable, sin embargo, es algo que siempre tenemos de telón de fondo. Como es lógico, por otro lado, porque pensar siempre en el final sería tremendamente agónico.
A lo largo de la historia, han sido muchos los filósofos que han reflexionado acerca de este hecho, y no es menester citarlos a todos, pero sí hablar de la importancia de que todos, en algún momento, pensamos en ello. Igualmente, tendemos a pensar que es algo que ocurrirá cuando uno sea muy mayor.

Cementerio
Y eso será en el mejor de los casos, pero, muchas veces, la vida tiene otros planes para ti. Es entonces, cuando llega la muerte de forma repentina, cuando te das cuenta que hay que aprovechar la vida y cada oportunidad que te brinda sin pensarlo demasiado.
Esta es, precisamente, a la conclusión que llegó Ángel Gómez, un joven que apenas tenía 25 años cuando su hermana Paloma fue a urgencias y nunca salió de ahí.
La importancia de aprovechar el momento
Paloma tenía apenas 23 años cuando un fuerte dolor de tripa repentino la atenazó. Fue a urgencias y, cuando estaba en la salita de espera del triaje, sufrió una parada cardiorrespiratoria. A partir de ahí, estuvo una semana en coma, y aunque era una joven “sana y jovial”, no pudieron hacer nada por ella.
Su muerte paralizó a su familia y, de forma especial, a Ángel, su hermano mayor. Él mismo cuenta que los primeros meses de duelo no los almacena en su memoria pero que, en cuanto pudo tomar conciencia de lo ocurrido, decidió hacer algo por ella: vivir al máximo.
“Me di cuenta de que no podíamos dar por hecho que íbamos a vivir hasta los 70, 80, 90 años y que nadie se libra. Estas son las historias que mucha gente estará escuchando ahora pensando que nunca les va a pasar a ellos, pero cuando te pasa a ti es cuando te das cuenta de que esto es una cosa real y que cualquier día puede pasar” lamentaba.

Acceso a las Urgencias
Así pues, creó una lista de 510 deseos para ir cumpliendo, por él y por ella. 510 porque Paloma se fue de este mundo un 5 del 10, de octubre. Su muerte fue el detonante para cambiar de vida y dedicarse a eso, a vivirla.
Así fue como, sin decir nada, estuvo un año ahorrando y formándose, invirtiendo lo que tenía para pedir una excedencia y cumplir deseos. Todo esto sin avisar a sus padres y siendo fiel a su instinto.
“Lo veo como una locura lo que hice hace solo dos años, pero fue la primera vez en mi vida que tuve claro al 100% que era lo que tenía que hacer. Y mira que soy un tío que he probado un montón de cosas, pero esa ha sido la primera vez en mi vida que lo que he empezado sé que lo tengo que acabar” expresaba.
Deseos que se van cumpliendo
En la lista de Ángel Gómez hay todo tipo de deseos, desde tirarse en paracaídas, una ruta en moto, vivir un día como arquitecto en honor a Paloma, hasta estar cara a cara con gorilas o caminar sobre las nubes. Algunos los ha podido cumplir, otros todavía están pendientes.
De los 510, ha podido hacer realidad 75, y muchos de ellos, no estaban ni en la lista. Como esa vez que cantó con Dani Martín tras bambalinas una canción que el cantante dedicó a su hermana, también fallecida.
“Estuvimos con el nudo en la garganta que cada vez que me pregunta algo... Yo me bebí tres botellas de agua porque no podía ni hablar y fue un poco drama. Se creó una energía ahí como muy triste, pero también muy bonita de todo el mundo con los ojos vidriosos” contaba sobre el encuentro.
Y es que ahora que lo mira en perspectiva, sabe que ha hecho lo correcto, aunque no ha sido fácil. Entre otras cosas, porque empezó con ahorros pero, en 6 meses, se fundieron. “Tenía unos 20,000 €, Invertí 4000 en ordenadores, cámaras, etcétera, y algo de formación. Pero claro, en 6 meses me quedé sin un duro” contaba.
“A partir de entonces tuve que buscarme la vida desde intercambiar habilidades por alojamiento hasta hacer muchos speech a marcas para conseguir que me regalaran cualquier producto. Todos los días creé contenido, fue bastante constante y he ido creciendo y creando una comunidad con la que cada vez más Es más fácil no solo cumplir mis sueños, sino los de otros también” aclaraba.



