Fuster-Fabra, abogado penalista: "Cambiar de abogado dos días antes de declarar ante el Supremo no es una estrategia adecuada"
El abogado penalista José María Fuster-Fabra analiza la situación judicial de José Luis Ábalos y considera un error su decisión de cambiar de abogado a solo dos días de declarar ante el Tribunal Supremo

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El abogado penalista José María Fuster-Fabra ha considerado que la decisión de José Luis Ábalos de prescindir de su defensa a dos días de comparecer ante el Tribunal Supremo es un error que podría perjudicarle procesalmente. En una entrevista en El Cascabel de TRECE, presentado por José Luis Pérez, el letrado ha analizado la contundente reacción del juez, que acusó al exministro de “fraude de ley” por intentar retrasar su declaración.
“No es habitual que el cliente renuncie a su abogado tan cerca de la declaración”
Fuster-Fabra explicó que, aunque no es un hecho inédito, la maniobra de Ábalos resulta poco común y, a su juicio, revela una estrategia procesal desacertada. “Lo que ha sucedido ha pasado en otras ocasiones, pero no es muy habitual. Una cosa es que el abogado renuncie a representar a su cliente, y otra que sea el cliente quien lo haga a dos días de declarar”, señaló.
El abogado detalló que este tipo de decisiones suelen interpretarse por los tribunales como una maniobra dilatoria: “Si las discrepancias eran anteriores, el juez puede pensar que se trata de una estrategia obligatoria, y de ahí la resolución judicial tan contundente”.
Para Fuster-Fabra, el exministro “no ha sido consciente del escenario en el que está”: “Va a declarar ante el Supremo, el máximo órgano jurisdiccional. A dos días de la declaración no puedes decir que dejas de confiar en tu abogado; eso debía haberse hecho antes”, insistió.
“Podría alegar indefensión, pero no le llevará a buen puerto”
Cuestionado por las posibles vías de defensa de Ábalos tras este cambio de abogado, el penalista admitió que el exministro podría alegar indefensión o animadversión judicial, aunque sin demasiadas posibilidades de éxito. “Podría hacerlo, pero no me da la sensación de que sea una estrategia que le vaya a llevar a buen puerto”, afirmó.
El letrado recordó que, incluso si intentara argumentar que su nuevo abogado no tuvo tiempo para preparar la defensa, “el juez podría responderle que tuvo margen suficiente para haberlo comunicado antes”.
En cuanto a la posibilidad de que el juez ordene prisión preventiva, Fuster-Fabra fue prudente: “El hecho de que una persona que ya ha declarado y ha sido puesta en libertad vuelva a declarar y sea ingresada en prisión no es algo muy frecuente”.

Aun así, explicó que la prisión solo podría justificarse por tres motivos: “riesgo de destrucción de pruebas, riesgo de fuga o reiteración delictiva”, y que cualquiera de ellos “debería estar muy bien argumentado” por el magistrado. “Cada uno de esos tres requisitos tiene una jurisprudencia muy consolidada, y exige una defensa técnica sólida, que conozca al detalle la situación personal y procesal del acusado”, subrayó.
“Si va al Supremo con un cuento, acabará como acabó Cerdán”
Sobre la versión de Ábalos respecto a los hechos investigados —incluidas sus explicaciones sobre “chistorras, folios y lechugas”—, Fuster-Fabra se mostró crítico: “No sé si es una versión muy creíble. Ante un tribunal, se puede ofrecer una versión alternativa, pero que tenga una cierta razonabilidad”, dijo. Y advirtió: “Si mañana va al Supremo y empieza a contar lo que se dice vulgarmente un cuento chino, ya hay un precedente de alguien que intentó hacerlo y acabó como acabó. Los jueces no son tontos, y los del Supremo menos todavía”.
Respecto a la citación posterior a la declaración de Ábalos, el abogado explicó que “es un indicio de que podría adoptarse una medida cautelar, no necesariamente prisión, pero sí otras, como la retirada del pasaporte o comparecencias periódicas”. En cualquier caso, aseguró que el magistrado Puente “argumentará su decisión con rigor y conocimiento de la causa”, aunque insistió en que la defensa del exministro parece mal planteada.
“Si es verdad lo que se dice, que está preparando su defensa prácticamente solo o con abogados que representan a otros implicados, me parece una estrategia poco adecuada. En un caso así, ante todo, un abogado debe preocuparse de su cliente y preparar cada detalle con tiempo”, concluyó Fuster-Fabra.