
Lo encontraron enterrado en una finca gallega y acordaron no contárselo a nadie: años después, alguien lo denunció y la historia salió a la luz
En una finca de Pontevedra, Amalio, un vecino, se topó con algo inesperado bajo tierra; lo que ocurrió después, marcado por un pacto de silencio y una denuncia anónima, acabó cambiando el rumbo del patrimonio arqueológico español