Cáritas reúne a más de 30 empresas para financiar la ayuda a 180.000 personas atrapadas en crisis humanitarias sin cobertura mediática
La organización destinará 10,7 millones de euros este año a emergencias en diez países que no tienen cobertura mediática ni atención internacional

Cáritas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cáritas ha reunido a más de 30 empresas para crear alianzas que permitan responder a las crisis humanitarias que no aparecen en los medios de comunicación. La organización atiende cada año a 180.000 personas en situación de grave abandono en países como Burkina Faso, Mali, Bangladesh, Haití, Colombia, Venezuela, Filipinas, Myanmar, Sur Sudán y la República Democrática del Congo. Son las llamadas "crisis olvidadas", emergencias prolongadas que afectan a millones de personas sin cobertura mediática ni respaldo político.
El primer encuentro con empresas colaboradoras, celebrado en la sede de Banca March, sirvió para presentar el trabajo de Cáritas en estos diez países y buscar compromisos a largo plazo del sector privado. La organización invierte 10,7 millones de euros anuales en 50 proyectos que van desde la prevención de la desnutrición infantil hasta la reconstrucción de comunidades enteras después de conflictos o desastres naturales.
Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, fue clara en su mensaje al sector empresarial: "No buscamos solo apoyo económico, sino que nos ayudéis a que nuestra respuesta sea más integral, innovadora y duradera". La organización quiere que las empresas se impliquen en proyectos que permitan a estas poblaciones "no depender únicamente de la ayuda humanitaria inmediata, sino contar con herramientas para reconstruir sus medios de vida". Más de 305 millones de personas en el mundo necesitan ayuda humanitaria urgente, pero la mayoría no la recibe por falta de atención mediática.

Cartel de este año de Cáritas
Contar historias reales para que la sociedad se implique
El encuentro contó con la participación del periodista Mikel Ayestarán, corresponsal en Oriente Próximo, quien desde Tel Aviv explicó por qué algunas crisis interesan y otras pasan desapercibidas. "Las cifras deshumanizan mucho los conflictos. Contar historias humanas es el mejor termómetro que ayuda a la sociedad a comprender mejor lo que está pasando", ha asegurado. Su mensaje fue directo: sin rostros ni nombres, las tragedias se quedan en números que no conmueven a nadie.
Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI, ha destacado el papel de las ONG para generar "información veraz alejada de cualquier ideología" y despertar conciencias sobre estas realidades. Ana Sainz, directora general de la Fundación Seres, ha subrayado que las empresas deben trabajar con organizaciones que conocen el terreno y hacerlo "con una mirada a largo plazo, poniendo a las personas en el centro", algo que además aporta valor a las propias compañías.

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Nueve de cada diez euros llegan directamente a las personas
Ana Cristina García y Pablo Reyero, coordinadores del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas, explicaron el modelo de trabajo que hace eficiente la ayuda: estar presente antes, durante y después de cada emergencia a través de socios locales. Gracias a esta estrategia, nueve de cada diez euros invertidos llegan directamente al país y a las personas afectadas, una tasa de eficiencia muy superior a la media del sector.
Reyero ha detallado que estas crisis son especialmente complejas porque "se superponen unas sobre otras". Un conflicto armado provoca desplazamientos, que generan hambre, que se cruzan con desastres climáticos. Todo al mismo tiempo. García ha añadido que el trabajo de Cáritas se centra en atender a "las personas descartadas o no atendidas", aquellas sin ninguna red de protección estatal o social, formando a las comunidades locales para que puedan liderar las respuestas ante futuras emergencias, siguiendo los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.