La historia de fe tras la nueva ermita de Algete: "Gente desconocida llamaba al timbre para preguntarme, ¿podemos saludar a la virgen?"
La iniciativa de un vecino de Prado Norte, que ha unido a creyentes y no creyentes, culmina este sábado con la inauguración del cobijo por el obispo de Alcalá

Madrid - Publicado el
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La fe de los vecinos de Prado Norte, una zona residencial de Algete (Madrid), ha culminado en la construcción de una pequeña ermita para la Virgen en un parque público. La iniciativa, impulsada por Ebert Capistrano, presidente de la Asociación Nuestra Señora de Prado Norte, será inaugurada este sábado, día 6, por el obispo de Alcalá de Henares.
Una idea nacida de la fe, no de una promesa
Todo comenzó el año pasado, cuando la mujer de Capistrano recibía tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, él aclara que no se trató de una promesa a cambio de su curación: "Realmente no es que le dije a la virgen, pues, si me curas a mi mujer, haría esto, no, no es eso". La idea, según relata, "surgió de repente" al pasar cada día frente al parque: "Oye, ¿por qué no construimos aquí una ermita a la virgen? Porque la necesitamos".
Un proyecto que une a los vecinos
Lo que empezó como una idea personal pronto se convirtió en un proyecto comunitario. Capistrano destaca que lo más importante fue "tener fe, porque parece imposible al principio". La ilusión se contagió y consiguieron el apoyo del ayuntamiento para la construcción en un parque público, contando con la generosidad de creyentes y no creyentes.
Gente desconocida llamaba al timbre para preguntarme, ¿podemos saludar a la virgen?"
Presidente de la Asociación Nuestra Señora de Prado Norte
La respuesta de la gente, afirma, ha sido "muy generosa, con oraciones y donaciones". Antes de tener el cobijo, los vecinos rezaron el rosario todos los días durante seis meses en el salón de su casa. Tal fue el impacto que "gente desconocida llamaba al timbre para preguntarme, ¿podemos saludar a la virgen?", relata, y la primera romería llegó a congregar a más de 150 personas.
Una Virgen 'con cara de niña' y un obispo implicado
La imagen, aunque no es original, tiene un gran valor para ellos. "Personalmente me gustan las imágenes con la virgen con el niño", confiesa Capistrano, a quien le encanta que el rostro parezca el de "una niña de 15, 16 años".
Ha sido realmente una experiencia increíble, increíble"
Presidente de la Asociación Nuestra Señora de Prado Norte
La implicación del obispo de Alcalá se gestó gracias al alcalde, que facilitó un encuentro en el que Capistrano le mostró fotos de las familias rezando. "En el mismo acto me dijo que sí", asegura sobre la respuesta del obispo a su invitación para inaugurar el cobijo. Hoy, la ermita ya es un punto de encuentro que, según su impulsor, "transmite paz y esperanza".
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