Los capellanes castrenses, faros de esperanza en los momentos más duros del Ejército: "Es el único que no lleva armas, pero está en el mismo peligro"
La labor desconocida de estos sacerdotes que arriesgan su vida junto a los soldados en combate, "Hay que tener mucha fe para enfrentarse a la muerte y mirarla cara a cara"

Alberto Gatón Laseras, capellán castrense con consideración de teniente coronel
Madrid - Publicado el
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La figura del capellán castrense permanece en la sombra para gran parte de la sociedad, pero su papel resulta fundamental para miles de militares que día a día arriesgan sus vidas en misiones, combates y situaciones extremas. El programa 'Faros de Esperanza' ha puesto el foco sobre estos sacerdotes-soldados que visten de uniforme, comparten trinchera y ofrecen luz espiritual cuando la muerte los mira cara a cara.
'Faros de Esperanza' es un proyecto de la Conferencia Episcopal Española que presenta testimonios reales a través de vídeos, mostrando figuras que iluminan con esperanza en diferentes ámbitos de la sociedad.
Alberto Gatón Laseras, capellán castrense con consideración de teniente coronel, explica en el reportaje que su misión va mucho más allá de las labores sacerdotales tradicionales: "El capellán castrense es un faro, una luz que tiene que iluminar a todos. No solamente es un sacerdote, sino que es también un compañero". Esta dualidad define su vocación: celebrar sacramentos, visitar enfermos y apoyar familias, pero también compartir el peligro, la soledad y el miedo junto a las tropas en los momentos más críticos.
Los capellanes llevan la cruz en su uniforme de faena como distintivo de cercanía. Están presentes cuando caen los misiles, cuando hay que desactivar una mina, cuando un compañero muere o resulta malherido. "En los momentos más duros, de dolor por la pérdida de los compañeros, lo que más me ha impresionado es el temple, el valor, la entereza", confiesa Gatón, quien ha acompañado a militares en tierra, aire y mar, así como en la Guardia Civil.

Alberto Gatón Laseras, capellán castrense con consideración de teniente coronel
La visión de un almirante: "El capellán forma parte del equipo"
Javier Pery Paredes, almirante retirado, aporta una perspectiva única sobre la importancia de estos sacerdotes en las Fuerzas Armadas. Durante su intervención en el programa de TRECE, el Almirante ha subrayado que "en las Fuerzas Armadas se forma equipo siempre, no hay solitarios", y el capellán es una pieza esencial de esa estructura.
"El capellán es un sacerdote párroco que vive con sus feligreses, duerme en los mismos espacios, come la misma comida y está sometido a los mismos riesgos", ha explicado el almirante. Esta convivencia total, donde el capellán solo se diferencia en que no porta armas, crea vínculos profundos. En los barcos, por ejemplo, es habitual encontrarse con el capellán "20 o 30 veces al día", participando activamente en la vida a bordo, soportando el mismo mareo y las mismas condiciones extremas que el resto de la tripulación.

Alberto Gatón Laseras, capellán castrense con consideración de teniente coronel
Fe y conversiones en el ámbito militar
El almirante Pery Paredes revela un dato sorprendente: no es extraño que haya bautizos y confirmaciones en las Fuerzas Armadas. "Hay una comunidad de valores que trascienden lo material", ha alegado. Cuando los soldados enfrentan situaciones límite, "se abren las puertas del espíritu de manera especial", y muchos descubren que "con el Señor al lado se llegan a más sitios".
El Arzobispado Castrense cuenta con un seminario específico donde se forman estos sacerdotes, preparándolos no solo espiritualmente sino también para el rigor y la disciplina militar. Su labor se extiende desde las bases en territorio nacional hasta misiones internacionales, e incluso durante la pandemia acompañaron a las tropas en la asistencia a residencias de mayores, demostrando su versatilidad y entrega.
Como señala el capellán Gatón, cuando se acerca la fe a personas con "tal cantidad de valores y una base espiritual enorme, es como un campo de buena tierra que florece enseguida". Los capellanes castrenses son, en definitiva, faros que iluminan el camino de quienes han entregado parte de su libertad para que la sociedad sea más libre, como resume Pery Paredes: "El soldado nunca odia a quien tiene delante, sino ama a lo que tiene detrás".