María Luisa, primera bombera en España: "Mis compañeros se fían de mí, que yo creo que es lo principal en este trabajo"
Tras casi 40 años de servicio, María Luisa Cabañero, una de las primeras mujeres en el cuerpo, cuelga el uniforme dejando un legado de superación y récords

Tras casi 40 años de servicio, María Luisa Cabañero, una de las primeras mujeres en el cuerpo, cuelga el uniforme
Madrid - Publicado el
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La historia de los bomberos en España tiene nombres que han marcado un antes y un después, y el de María Luisa Cabañero es uno de ellos. El pasado 1 de julio de 1987, sin ser plenamente consciente de la hazaña, se convertía en una de las primeras mujeres en ingresar en el Cuerpo de Bomberos de España. Ahora, tras casi cuatro décadas dedicadas al servicio público, se prepara para su jubilación el próximo 30 de diciembre, cerrando una carrera profesional llena de hitos.
Un camino abierto sin buscarlo
Su llegada al cuerpo no fue una decisión premeditada para romper moldes. “No, yo no sabía nada, o sea, yo no hago las cosas por saber si era la primera o era la segunda”, ha confesado Cabañero. Fue una oportunidad que se le presentó en el verano del 86 y que decidió aprovechar porque sentía que tenía la capacidad para ello. “Simplemente se me presentó la oportunidad y quise aprovechar, pero simplemente porque pensaba que lo podía hacer y que me apetecía hacerlo”, explica sobre su motivación para presentarse a la oposición de bomberos.

Intervienen de madrugada en Almuñécar por el incendio de dos vehículos en la calle
Las pruebas de acceso no eran sencillas y requerían una excelente forma física. Por suerte, María Luisa ya era nadadora a nivel nacional, lo que le daba una base sólida. Las pruebas, según relata, “eran las mismas para todos”. La única diferencia residía en el baremo de tiempo: en la carrera de 10 kilómetros, por ejemplo, a los hombres se les exigían 40 minutos y a las mujeres, 45. De las cinco mujeres que se presentaron a la oposición, solo tres lograron entrar al curso.
Casi 40 años al servicio del ciudadano
Su carrera profesional se ha desarrollado íntegramente en la provincia de Ciudad Real, en los parques de bomberos de Almadén, Daimiel y Puertollano. Cabañero describe su trabajo como el de una “bombera de ciudad”, enfocado en emergencias urbanas como apagar coches, contenedores o casas. Sin embargo, su labor también se ha extendido al ámbito rural, actuando como apoyo para el dispositivo InfoCam en incendios forestales de gran envergadura.

Personal de los servicios de emergencias durante la extinción del incendio forestal en Zarcilla de Ramos
Al hacer balance de su trayectoria, se queda con el aprendizaje constante y la satisfacción de ayudar. “Me quedo con que he aprendido muchas cosas y que he conocido a mucha gente, que todo el trabajo que yo he podido hacer ha sido siempre para ayudar y para estar al servicio del ciudadano”, afirma. Su día a día ha sido de lo más variado, desde abrir una vivienda o coger un buitre hasta la dureza de apagar un fuego.
He aprendido mucho de mecánica, de sanitario y de todo un poco, que eso yo creo que me hace crecer como persona"
Bombera
Aunque reconoce que ha habido “muchos momentos desagradables”, prefiere no quedarse con uno en concreto. Para ella, lo fundamental ha sido siempre “llegar a una situación difícil y y saber cómo reaccionar y actuar, y, bueno, pues acabar todo felizmente”. Esa capacidad de superación la ha llevado a crecer en todos los sentidos: “He aprendido mucho de mecánica, de sanitario y de todo un poco, que eso yo creo que me hace crecer como persona”.
En un colectivo mayoritariamente masculino, Cabañero asegura no haber encontrado un trato diferente por ser mujer. Al contrario, destaca el respeto y la confianza de sus compañeros como un pilar fundamental. “Mis compañeros se fían de mí, que yo creo que es lo principal en este trabajo”, subraya, explicando que el hecho de haber entrado en una promoción grande de 135 plazas fomentó un ambiente de camaradería desde el principio.
La mujer récord: del fuego al agua
Más allá de su labor como bombera, María Luisa Cabañero es una deportista de élite. Su otra gran pasión, la natación, la ha llevado a conquistar hazañas impensables. Fue su entrenador de entonces, Modesto Ipiña, quien le propuso el reto de cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar. En 1988 batió el récord femenino, pero su ambición no se detuvo ahí.
Me convertí así en la primera mujer en venir o la primera persona en venir de África a España en contracorriente"
Bombera
Tras un intento fallido de ida y vuelta en 1990 que, sin embargo, la convirtió en la “primera persona en venir de África a España en contracorriente”, aprendió de la experiencia. En 1991, ajustó su estrategia y logró su objetivo, convirtiéndose en la primera persona del mundo en completar la travesía de ida y vuelta al Estrecho. A este hito se suman otros como el cruce del Canal de la Mancha y del lago Ness.
Su espíritu aventurero no conoce límites, dominando no solo el fuego y el agua, sino también el aire, ya que es piloto de globo aerostático. María Luisa Cabañero se jubila, pero su trayectoria permanece como un ejemplo de que no hay barreras, ni en la tierra, ni en el mar, que no se puedan superar con determinación y valentía.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.





