Se dice de Nueva York que es la ciudad que nunca duerme… pero además es la ciudad del mundo más influyente a la hora de marcar tendencias. Por eso, es muy importante que la metrópolis haya aprobado, por mayoría arrolladora además… la norma por la que prohibirán la venta de “foie gras” en todas sus tiendas y restaurantes. Se ha aprobado con 42 votos a favor y 6 en contra, entrará en vigor en 2022 y, a partir de entonces, las tiendas y restaurantes que ofrezcan el manjar serán sancionadas con 2.000 dólares de multa, unos 1.800 euros.

Hay antecedentes de esta normativa. De hecho, Nueva York se une al estado de California en esta prohibición. La ciudad de Chicago fue pionera con una orden municipal muy similar en 2006, aunque fue revocada dos años más tarde. ¿Por qué? ¿Cuál es la causa para prohibir esta fuente de ingresos? Porque en Nueva York se calcula que hay 1.000 restaurantes que ofrecen “foie gras” en sus cartas… La causa hay que buscarla en la forma de producción de este manjar. Las organizaciones animalistas llevan tiempo denunciando el proceso por el que se produce el “foie gras” en granjas donde los patos, ocas y gansos son sobrealimentados a través de una sonda para que acumulen grasa en su hígado y se produzca así una hipertrofia de este órgano, que es lo que consumiríamos como “foie gras”.

Ahora habrá que ver qué opinan los productores de foie gras en Estados Unidos. Algunos de los más importantes están precisamente en el estado de Nueva York y ahora tendrán que pensar cómo enfocar su actividad. El “foie gras” es, además, uno de los platos emblemáticos de la cocina francesa… ¿qué pensará un chef francés ante un ataque así a su plato insignia?

Regis Metais Chauvin: "El foie es un producto en el que trabajamos desde hace más de dos mil años”

 “En Francia el foi aparece en bodas, comuniones cenas de navidad, es un plato representativo de Francia que está muy rico. Está claro que hay muchas cosas que no son buenas para los animales, en la mayoría de restaurantes trabajamos con carne, por ejemplo, tienes un restaurante japonés que puede utilizar alas de tiburón”, concluye el chef. El movimiento animalista está cambiando la alimentación de mucha gente y es evidente que hay zonas en las que son más liberales y otras en las que prohíben más algún tipo de prácticas. Parece que todo va a desembocar en una cocina en la que los ricos productos no conlleven el sufrimiento animal.