El 18 de enero, hace poco menos de un mes, La Tarde recibió el premio periodístico en la categoría de Radio de la Guardia Civil. Un galardón que obtuvo el equipo por la cobertura especial que hicieron de una operación antidroga en Algeciras, acompañando a la Benemérita en esta labor.

Una operación que se saldó con un total de 13 detenidos y la incautación de más de 6,5 toneladas de cocaína, tal y como confirmó el teniente jefe del grupo encargado de la investigación en la Comandancia de la Guardia Civil en Algeciras. La Tarde, entonces, fue testigo de cómo trabajaba la Guardia Civil en situaciones complicadas, cómo adiestraban a los perros para encontrar el dinero y la droga, y cómo se realiza una operación de esas magnitudes.

Un premio que el equipo liderado por Fernando de Haro y Pilar Cisneros han decidido donar a una ONG que, precisamente, se dedica a luchar contra la droga y a ayudar a los adictos a salir de esa espiral. Se llama Bocatas y, el codirector de La Tarde, se ha trasladado hasta su sede para ver de cerca cómo trabajan.

Se trata de un garaje, con multitud de cajas de comida y con una cocina en donde se preparan platos y menús diversos para llevar a las personas más desfavorecidas. Las llevan, por cierto, a lugares tan inhóspitos como la Cañada Real, uno de los barrios marginales más populares de Madrid.

Poniendo en el centro la vida humana y ayudándoles a salir de la adicción

Jesús de Alba es quien está al frente de este proyecto de Bocatas, y le contaba a Fernando de Haro que ese garaje es ahora mismo un lugar de "multiactividad". Lo que hacen es preparar cajas repletas de comida, repartirlas en diferentes lugares, y también cocinar para estas personas.

"Todos los viernes damos de cenar a personas que son dependientes. Buscamos que salgan del aislamiento y tengan una relación humana como las que tenemos nosotros, para que puedan salir delante. En el garaje tenemos el centro de actividades del reparto de alimentación, los lunes ayudamos a los sintecho y a familias que tienen necesidad" explicaba.

Y es que dice que, aunque les ayuden dándoles comidas, es muy difícil que salgan de la droga, por eso, apuestan por poner su vida humana en el centro de todo esto. "Es difícil salir cuando estás aislado, aunque salgan, van a una ciudad que no conocen a nadie y por comodidad vuelven al sitio de donde habían salido. Eso se rompe metiéndoles en relaciones de amistad con gente fuera, que se encuentren más cómodos con nosotros que con sus antiguos amigos de la droga" decía.

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Una sorpresa por tantos voluntarios

Contaba el responsable de Bocatas que están gratamente sorprendidos con la cantidad de voluntarios que están recibiendo para ayudar a tanta gente, porque, por ahora, no pueden meter en nómina a nadie.

"Somos unos 15 o 20 en la cocina, lo están montando para llevarlo a la gente desfavorecida. El objetivo es combatir la soledad, hasta hace 9 años no estaba de moda el enfoque de la relación humana. De un tiempo a esta parte se ha abierto el ámbito de lo humano, porque la pobreza es un problema humano" empezaba diciendo.

"Hay mucho voluntario, nunca hemos tenido tanta frescura como ahora, es una sorpresa para nosotros, es por poner en el centro el punto humano" sentenciaba.