‘La casa de los horrores’ de Oviedo: "Lo primero que hicieron los niños al salir fue respirar aire puro y tirarse al suelo para tocar la hierba"

Lo han llamado la "casa de los horrores". Se trata de un chalet alquilado en de una zona rural de Oviedo donde vivía un matrimonio de alemanes de 53 y 48 años, respectivamente. Esta pareja residía allí desde 2021 junto a sus tres hijos que ha tenido recluidos desde entonces. El mayor tiene 10 años y unos gemelos de ocho. 

"Parece mentira que lo del matrimonio de Oviedo pueda ocurrir en pleno siglo XXI, pero el miedo extremo siempre ha existido y más cuando pensamos en cuidar a quienes tenemos más cerca"

Pilar G. Muñiz

En estos cuatro años encerrados en la casa se les ha prohibido salir al jardín. Cuatro años sin ver la luz solar y viviendo en unas condiciones higiénicas infrahumanas: se les ha encontrado con mascarillas, en pañales, y en unas estancias llenas de basura y de desperdicios. Además, presentaban síntomas de desnutrición. No iban al colegio, ni al médico.

Hace 15 días, la Policía recibió una denuncia de una vecina que señaló que veía gente dentro de la casa, pero nunca fuera. En 'La Tarde' han analizado esta espeluznante suceso con Pablo Muñoz, colaborador del programa, que no ha dudado en tildar la situación de 'complicada'. Muñoz insiste en que hay que "hacer un examen psicológico. No era un comportamiento agresivo con los niños, sino que era perverso para intentar protegerles".

El perfil de los padres es algo en lo que trabaja la policía. La pareja teletrabajaba, él era Doctor en Filosofía, pagaban el alquiler de la casa y las compras de comida se abonaban al momento. "El que salía de la vivienda era el hombre, acudía a un convento cercano a comprar pastas de las religiosas. No tenían ningún tipo de relación con el vecindario", apuntaba Muñoz. 

Hasta seis agentes acompañados del letrado de la Administración de Justicia y una persona de Servicios Sociales se personaron en la vivienda de los hechos. Fue el padre de la familia quien abrió la puerta y les hizo pasar, pidiéndoles que se pusiesen mascarilla, algo que hizo sospechar a los agentes. "Una vez en la vivienda vieron a la madre con mascarilla, que se encontraba desatendida. Los crío se aferraban a la pierna de la madre y llevaban hasta tres mascarillas puestas", anotó Pablo Muñoz.