"No se pueden hacer las obras de encauzamiento que evitarían desbordamientos por una ley medioambiental"

Daniel Montesinos, decano del Colegio de Obras Públicas en Valencia, explica en 'La Linterna' que la burocracia y las leyes de protección frenan las infraestructuras clave para prevenir nuevas catástrofes en Levante

Un hombre cruza un badén inundable durante el que el aviso rojo (riesgo extremo) por precipitaciones que pueden acumular 180 litros por metro cuadrado en doce horas estará activo hasta la medianoche de hoy en el litoral de la provincia de Valencia

EFE

Un hombre cruza un badén inundable durante el que el aviso rojo (riesgo extremo) por precipitaciones que pueden acumular 180 litros por metro cuadrado en doce horas estará activo hasta la medianoche de hoy en el litoral de la provincia de Valencia

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

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Las intensas lluvias de la borrasca Gabrielle han vuelto a desatar el miedo en la costa mediterránea, con especial incidencia en la Comunidad Valenciana, donde se han vivido escenas que recuerdan a la trágica DANA de hace un año. El desbordamiento de barrancos como el de La Saleta en Aldaia y la crecida del barranco del Poio en Paiporta han puesto de nuevo en jaque a la población y han reabierto el debate sobre si se ha hecho lo suficiente para evitar otra catástrofe. La situación ha obligado a mantener una vigilancia constante sobre las zonas inundables, tal y como se ha informado sobre las lluvias que desbordan el barranco de la Saleta en Aldaia.

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En el programa 'La Linterna', Ángel Expósito ha abordado esta preocupante cuestión con Daniel Montesinos, decano del Colegio de Obras Públicas en Valencia. El experto ha sido claro al señalar que, pese al tiempo transcurrido, sigue faltando "un plan integral que defienda a todas estas áreas que han sido afectadas". Montesinos insiste en que las soluciones técnicas existen, pero chocan contra barreras que impiden su ejecución.

Obras paralizadas por la ley

El decano ha explicado que entre las cuencas del Júcar y del Turia existe una zona intermedia de barrancos que carece de las infraestructuras de protección necesarias. "Lo que tenemos es una cuenca intermedia entre esos dos ríos tan potentes que requiere de unas obras de encauzamiento y que no se han tratado", afirma. Según Montesinos, estos proyectos estaban previstos, pero se frenaron por "un tema de la ley de protección de la huerta", lo que provoca que, cuando llueve de forma torrencial, se produzcan los desbordamientos.

Teníamos una oportunidad de oro para haber hecho todas esas actuaciones, no haber tenido ningún problema"

Daniel Montesinos

Decano del Colegio de Obras Públicas en Valencia

Dos personas caminan sobre el barro el 3 de noviembre de 2024 en Paiporta

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Dos personas caminan sobre el barro el 3 de noviembre de 2024 en Paiporta

Montesinos lamenta que, tras la DANA, se ha perdido una "oportunidad de oro para haber hecho todas esas actuaciones" debido a que las administraciones no se han alineado, enredándose en el "tema político". El ingeniero señala que algunas medidas son "dolorosas" pero imprescindibles, como el desvío del barranco del Pollo, que implicaría trasladar el cementerio de Paiporta. Recuerda que actuaciones similares ya se hicieron en el pasado con la presa de Tous o el Plan Sur de Valencia por el "bien común".

El Mediterráneo, un 'combustible' para las tormentas

A la falta de infraestructuras se suma un factor cada vez más determinante: el cambio climático. Miguel Rodilla, investigador de la Universidad Politécnica de Valencia, ha explicado en COPE que el aumento de la temperatura del mar Mediterráneo actúa como un peligroso combustible. "El mar está absorbiendo prácticamente el 90 por 100 del exceso de calor del sistema atmosférico", lo que provoca una mayor evaporación y, en consecuencia, lluvias mucho más violentas que han obligado a preparar a Valencia para una noche de lluvias torrenciales.

Sabemos que van a ser cada vez más violentos"

Miguel Rodilla

investigador del Instituto de Gestión Integrada de Zonas Costeras de la Universidad Politécnica de Valencia

Ciudadanos caminan por las calles de Dénia bajo la lluvia en una jornada marcada por la alerta meteorológica

COPE Dénia Marina Alta

Ciudadanos caminan por las calles de Dénia bajo la lluvia en una jornada marcada por la alerta meteorológica

El proceso es claro: un mar más cálido transfiere más humedad a la atmósfera, cargando las nubes de energía y provocando descargas de una intensidad extrema. El profesor Rodilla advierte de que la tendencia es inequívoca y el futuro, preocupante. "No sabremos cuándo se van a producir esas situaciones de lluvias intensas, pero lo que sí que sabemos es que van a ser cada vez más violentos", sentencia, apuntando incluso a la posibilidad de que en el futuro se formen huracanes en el Mediterráneo.

El miedo se apodera de los vecinos

Mientras los expertos analizan causas y soluciones, el miedo y la incertidumbre se han instalado entre los vecinos de las zonas afectadas. Muchos rememoran con pánico la tragedia de hace 11 meses, como los habitantes de Catarroja o Masanasa, que han optado por aparcar sus coches en lo alto de los puentes para salvarlos de una posible riada. La sensación de que la historia puede repetirse está muy presente, alimentada por la percepción de que las obras necesarias para protegerlos siguen sin llegar.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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