Aurora García, neuropsicóloga: "Los acosadores buscan placer porque pasan por situaciones que les generan ansiedad o en estados depresivos"

La neuropsicóloga Aurora García Moreno ha explicado el perfil psicológico que se esconde detrás de un acosador. Según la experta, existen sustancias bioquímicas y estructuras cerebrales en el cerebro de estas personas "muy relacionadas con las que hay en la mente de un criminal". Las lesiones en estas estructuras cerebrales pueden provocar comportamientos irracionales como el envío de mensajes inapropiados o actitudes incorrectas.

La necesidad de control y el complejo de inferioridad

El pensamiento de un acosador se caracteriza por una necesidad compulsiva de controlar a los demás. García Moreno señala que estas personas tienen un "pensamiento muy dicotómico", donde su opinión es la única válida, y presentan pensamientos distorsionados que les llevan a justificar sus actos e incluso a culpar a la víctima por "provocar tal conducta".

Son personas inseguras, con una baja percepción de sí mismo"

Aurora García Moreno, neuropsicóloga

Detrás de este comportamiento, según la neuropsicóloga, no hay un complejo de superioridad, sino todo lo contrario. Son personas inseguras, con una baja percepción de sí mismo que "buscan compensar esos déficit con la sensación de control, de poder". Este afán de dominio, con el que eliminan su sentimiento de inferioridad, puede derivar en violencia.

El poder, un arma para el acosador

La experta subraya que el poder es un arma clave para el acosador. "Bien es sabido que en el entorno laboral el acoso está detrás de la jerarquía del poder, siendo también en la política aún mayor", afirma García Moreno. Esta idea es reforzada por la abogada Amparo Díaz, quien explica que ha atendido a víctimas de personas que "públicamente están dando una imagen de feministas" pero cuya conducta personal no se corresponde.

García Moreno aclara que un acosador no tiene por qué sufrir un trastorno mental, aunque sí existen factores como trastornos narcisistas o psicopáticos que pueden llevar a la agresión. Generalmente, carecen de empatía y tienen actitudes compulsivas y obsesivas. La psicóloga destaca la importancia de la psicoeducación desde la infancia para enseñar a controlar los impulsos y de las campañas de sensibilización para visibilizar el problema.