El aumento de la actividad física entre los 45 y los 65 años podría ayudar a prevenir el Alzhéimer

La principal conclusión de un artículo científico publicado en Alzheimer's & Dementia, que destaca la necesidad de fomentar la actividad física en personas adultas de mediana edad. El estudio ha sido fruto de una colaboración entre el Instituto de Salud Global de Barcelona , centro impulsado por la Fundación ”La Caixa”, y el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall.

Se estima que un 13% de los casos de la enfermedad de Alzheimer alrededor del mundo pueden atribuirse a la inactividad física. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda de 150 a 300 minutos de actividad moderada por semana o de 75 a 150 minutos de actividad intensa por semana. 

El ejercicio físico tiene beneficios en los mecanismos cerebrales. La beta amiloide (Aβ) es una proteína que puede obstaculizar la comunicación neuronal si se acumula en el cerebro, y se considera el primer evento patológico de la enfermedad de Alzheimer. Aquellos participantes que aumentaron su actividad física hasta alcanzar los niveles recomendados por la OMS presentaron una menor acumulación de beta amiloide en comparación con aquellos que mantuvieron un estilo de vida sedentario o redujeron su actividad física, según este estudio de LaCaixa. 

El coste anual de atención a una persona con Alzheimer en España se estima en un rango de entre 24.000 y 31.000 euros. Un coste, que aumenta con el empeoramiento cognitivo, llegando hasta los 41.700€ en los casos graves y, en los que una parte de los pacientes precisan institucionalización. En España, se estima que entre 734,000 y 937,000 personas viven con demencia. La Sociedad Española de Neurología (SEN) menciona que unas 800.000 personas tienen la enfermedad de Alzheimer. Se espera que este número aumente significativamente en los próximos años, llegando a más de 1.7 millones en 2050.