"La cátedra de marras era un chiringuito para Doña Begoña porque, si no, no entiendo por qué se la fulminan"

Expósito analiza en La Linterna todo lo que implica la desaparición de la cátedra de Begoña Gómez en la Universidad Complutense de Madrid

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La noticia la conocimos ayer, pero sinceramente no se me va de la cabeza. Como alumno de la Complutense, es que de verdad tengo un come-come. La Complu elimina la cátedra de Begoña Gómez sobre... no sé, no me acuerdo ni cómo se llamaba. La Complu cancela el acuerdo con la mujer del presidente del Gobierno y los patrocinadores ya de paso, pues han hecho lo mismo. Si te he visto no me acuerdo. 

A ver, parece más que evidente que la cátedra de marras era un chiringuito para doña Begoña, porque si no, no entiendo por qué se la fulminan. ¿Qué pasa? ¿Que ya no interesa lo de la innovación y el marketing? ¿Ya no interesa que los alumnos se formen en cómo conseguir fondos públicos? Seamos sinceros, el tema de la cátedra de Begoña apesta a falta de ética. No pasaría el más mínimo filtro en una empresa decente, pero se hizo y se deshizo en el mismísimo palacio de la Moncloa.

Los alumnos de la Universidad Complutense quedan pues huérfanos; los patrocinadores, eso sí, dejarán de tirar el dinero a la basura y la esposa del presidente del Gobierno tampoco le va a cambiar tanto la vida. Falcon para arriba y Falcon para abajo. Porque ese es el tema de fondo que sobrevuela y nunca mejor dicho la actualidad española. ¿Aguantará Pedro Sánchez esta legislatura entera o casi, a pesar de los socios, a pesar del partido, a pesar de la familia? Mi apuesta es que sí. Sin legislativo, con los socios hechos unos zorros, con media familia en los juzgados y con el partido sumido, obnubilado y tapándose la nariz. Pero aguantará, sin límite.

Por partes: en cuanto al legislativo, seamos sinceros, le resbala, lo dijo el pasado sábado y el matiz fue casi peor. ¿Sin presupuestos? Sin presupuestos. ¿Sin leyes? Sin leyes. ¿Que te rechaza el PNV? Qué mas da. ¿Que te lo rechaza Puigdemont? Total, le resbala. Sumar, Podemos, o como se llamen los socios del Consejo de ;inistros, da igual, van a seguir. ¿Dónde, si no, van a chupar del bote como aquí? Ojo, que es una buena parte del consejo.

Luego están los socios independentistas. Tienen razón. ¿De quién van a sacar más? ¿De Pedro Sánchez o de Núñez Feijóo? A saber, Batasuna, ya lo dijo Otegui, nos conviene Sánchez para avanzar en el autogobierno, en nuestros presos de ETA, en la Euskal Herria y bla bla bla. ¿El PNV? A lo suyo, como pa' fiarse. ¿Votan en contra del Gobierno en el tema de Venezuela, pero a la hora de la verdad? Acuérdate de la moción de censura a Rajoy. ¿Esquerra Republicana de Cataluña? A tortas en casa, pero con toda la mano abierta y fuera a lo suyo. Desde el consejero del Banco de España a apoyar a Salvador Illa.

Y nos queda Puigdemont, el figura, que está como las maracas de Machín, pero ya se lo advirtió a Sánchez. Perdón, pero lo dijo tal cual. “Le vamos a hacer mear sangre”. Y ese es el panorama, desolador. Y mi vaticinio: Sánchez y familia aguantarán, mientras los alumnos de la Complutense, eso sí, se quedan huérfanos, desasistidos, incultos, fuera del mercado laboral, sin la cátedra sobre marketing de Begoña.

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