Sara vuelve a la gasolinera en la que se puso a salvo tras quedarse atrapada en la carretera por la dana: "Lo pensé a los dos días, tengo que estar muy agradecida"
Un año después de la histórica tormenta, la joven periodista revive para 'La Linterna' la noche en que la A-7 se convirtió en una trampa mortal y un área de servicio en su refugio

Ángel Expósito vuelve a recorrer junto a Sara Pastor la autovía en la que se quedó atrapada por la dana
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Justo un año después de que la dana dejara una herida imborrable en la Comunidad Valenciana, el programa 'La Linterna' de COPE, con Ángel Expósito, ha regresado al epicentro del desastre. Allí, junto a Sara Pastor, revive la angustiosa noche en la que miles de personas quedaron atrapadas. Eran las siete y media de la tarde cuando las calles empezaron a inundarse y, en la autovía A-7, a la altura de Torrent, el tráfico colapsó. Entre el caos, la voz de Sara, entonces atrapada en su coche con su padre, se convirtió en el primer relato de una noche que ya forma parte de las 10 claves de la dana que arrasó Valencia.
En su primera conexión en directo, Sara, también periodista, narraba con nerviosismo cómo un camionero les ofreció refugio en su vehículo. "O salimos o el coche se va", le advirtió otro conductor. Desde lo alto del camión, su descripción era sobrecogedora: "Estoy en sentido dirección Barcelona, ¿vale? Y en el carril de la izquierda no hay ni un coche, ha pasado un coche flotando con una persona encima. La verdad es la situación es un poco dramática". Su testimonio, ofrecido a las 18:53 horas, fue uno de los más sinceros de una tormenta de dimensiones imprevisibles.
Una ratonera en la A-7
Hoy, el único ruido en esa misma autovía es el del tráfico, pero hace un año era el del agua, que sobrepasaba la mitad de los camiones. La carretera se convirtió en "una ratonera sin escapatoria", un amasijo de coches que recordaba el peligro vivido. Recorriendo de nuevo el tramo junto a Expósito, Sara ha recordado cómo ella y su padre tomaron la decisión de abandonar su vehículo. "Seguimos andando hasta que vimos que la mediana se había roto, había una parte hundida y nos dijeron, 'no podéis seguir'", explica.
Fue entonces cuando, en medio de un suelo cubierto de rocas, encontraron una gasolinera que se convirtió en su refugio. Allí pasaron la noche junto a otras personas, durmiendo en el suelo o en sillas, pegados a la radio y a la televisión, tomando conciencia de la magnitud de la catástrofe. "Me di cuenta cuando puse la radio y empecé a escuchar a más gente", relata. Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando la gente que se había refugiado en los puentes comenzó a volver. "Me acuerdo de un chico que dijo, 'ha pasado un señor que estaba buscando a sus hijos'", rememora.

Lodo de las inundaciones ocurridas en Valencia
"Tengo que estar muy agradecida"
A pesar de salvarse, Sara es muy consciente de que tuvo suerte. La autovía fue un infierno de coches flotando, luces apagándose y desesperación. Por eso, un año después, su perspectiva ha cambiado. "Lo pensé a los dos días, dije, 'ostras, tengo que estar muy agradecida de dónde estaba ubicada dentro de todo'. No era consciente. Igual hubiera avanzado un poco más y estaba ese boquete que se había hecho en el suelo y no sabría ni dónde estaba", confiesa.
Ese día marcó un antes y un después en su vida y en la de muchos. La tragedia la unió a Adrián, el camionero que los acogió, con quien mantiene el contacto. La gasolinera, antes un simple lugar de paso, es ahora un símbolo. "Siempre se lo digo a mi padre, porque pasamos bastante por ahí, y le digo, 'mira, ¿quién iba a decir que esta gasolinera para nosotros iba a marcar para mí realmente un antes y un después para muchas cosas, o la manera de ver las cosas?'".
Mira, ¿quién iba a decir que esta gasolinera para nosotros iba a marcar para mí realmente un antes y un después"
Valenciana afectada por la dana
La gran lección de solidaridad
La catástrofe desató una inmensa ola de solidaridad. La propia Sara es un ejemplo de ello. Al día siguiente de llegar a su casa, ya estaba organizando la ayuda. "Dije, 'aquí tenemos que ayudar en algo'. Mañana me pongo las botas, todos nos pusimos las botas, empezamos a buscar cosas en casa para vestirnos e irnos", cuenta. Su implicación no terminó ahí: en Navidad, montó un mercadillo benéfico para seguir ayudando a los afectados de localidades como Aldaia y Paiporta.

Vehículos dañados y escombros por las inundaciones provocadas por la dana en Valencia.
La lección de supervivencia y, sobre todo, de solidaridad, sigue viva un año después. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, tanto económica como psicológicamente. Mientras muchos, como el panadero Juan que reabrió su negocio en Catarroja, luchan por recuperarse, las lágrimas siguen brotando al rascar en la memoria de quienes perdieron sus hogares, sus negocios o, peor aún, a sus seres queridos. Los valencianos han demostrado una fortaleza inmensa, y el recuerdo de la tragedia impulsa la reconstrucción de sus vidas.
El 29 de octubre de 2024 sigue siendo una fecha imborrable para miles de españoles. Aquel día, una DANA arrasó la Comunidad Valenciana y otras regiones como Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña, dejando 237 víctimas, 89 municipios afectados y más de 17 millones de euros en pérdidas.
Un año después, COPE repasa las claves de lo que ocurrió y lo que se ha aprendido desde entonces.
La catástrofe no solo dejó víctimas, sino también un impacto económico de enormes dimensiones. Empresas destruidas, viviendas arrasadas, coches inservibles y campos anegados marcaron el día después.
El IVIE cifró los daños totales en más de 17.000 millones de euros. El informe de Cámara Valencia recoge que 48.722 empresas, 11.242 viviendas, 141.000 vehículos, 50.000 hectáreas agrícolas y 800 km de carreteras sufrieron daños.
Según Morningstar DBRS, se trata de la catástrofe natural más costosa en la historia de España. La AVA-ASAJA explicó que las explotaciones ganaderas fueron las primeras en recuperarse, mientras el 40% de las tierras agrícolas afectadas siguen sin restaurarse.
En julio de 2025, la Generalitat Valenciana aprobó el plan “Endavant”, con 29.000 millones de euros para la reconstrucción económica, social y la prevención de riesgos climáticos.
Los informes técnicos son claros: mejorar la coordinación de alertas meteorológicas, reforzar el mantenimiento de cauces y drenajes, y establecer planes locales de emergencia. Tres medidas esenciales para afrontar futuros episodios con mayor preparación y seguridad.
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