Marta acoge a una niña tutelada en Valencia y aprende una lección: "Una ayuda económica, becas de estudio... No es suficiente"
Lo que comenzó como un voluntariado para acompañar a una bebé en el hospital se ha convertido en un proyecto vital para ayudar a jóvenes extutelados en su transición a la vida adulta

Expósito y Paloma Serrano cuentan la historia de Marta Gil
Publicado el - Actualizado
3 min lectura5:47 min escucha
La historia de Marta Gil, una ciudadana de Valencia, ha sido la protagonista en el programa La Linterna de COPE, con Ángel Expósito. La periodista Paloma Serrano ha sido la encargada de narrar cómo la vida de Marta cambió por completo tras prestarse voluntaria para acoger a una niña. A partir de ese encuentro, su historia personal se transformó y, con ella, la de muchos jóvenes que, al cumplir la mayoría de edad, se encuentran solos ante la madurez.
El relato de Marta no comienza en una oficina de adopción, sino en una clínica. Como voluntaria de la asociación Mamás en acción, una ONG que acompaña a menores sin familia en los hospitales, conoció a Lola (nombre ficticio), una bebé tutelada con síndrome de Down que esperaba una operación de corazón. "Se me había abierto una puerta y no podía mirar hacia otro lado", ha explicado sobre lo que sintió en ese momento al ver la vulnerabilidad de la pequeña, que estaba sola.
Lo que en principio iba a ser un acompañamiento puntual se fue convirtiendo en algo más. Ante la falta de familias disponibles, y con la Navidad cerca, a Marta le "partía el alma pensar que ella las iba a pasar en el hospital ingresada". Tras consultar su situación y confirmarle que no había familias para ella, tomó una decisión. Era "o conmigo o con nadie", ha confesado. Así, tras meditarlo con su familia, se convirtieron en familia de acogida para Lola.

Una joven voluntaria de Mamás en acción en un hospital
El camino a la adopción
La relación entre ambas se consolidó y, cuando Lola cumplió 2 años, seguía sin haber una familia dispuesta a adoptarla. Fue entonces cuando Marta inició los trámites para que fuera un miembro más de la suya. Actualmente, se encuentran en una medida de protección llamada acogimiento con fines adoptivos, el paso previo a la adopción. Marta espera que la situación se resuelva pronto, ya que considera que "en la medida de lo posible que se pueda evitar un nuevo cambio de familia, es lo más recomendable para ellos, para que no sientan como otro nuevo abandono". Una decisión que cambia por completo una familia.
Una ayuda económica, de becas, de estudio... no es suficiente"
Asociación Mamás en acción
Esta experiencia le ha permitido conocer las carencias del sistema, como las dificultades burocráticas que ralentizan los procesos y no siempre priorizan el bienestar del menor. Hay cerca de 17.000 niños en el sistema de protección en busca de una familia. Según ha constatado, hay tres grupos "especialmente vulnerables": los niños con discapacidad, los grupos de hermanos y los adolescentes. "Muchas veces se habla de los niños como si fueran expedientes, y los expedientes asustan, pero luego les ves la cara y pasas con ellos un rato y se te olvida", ha lamentado.

Una joven voluntaria de Mamás en acción en un hospital
El desamparo al cumplir los 18
Al conocer esta realidad, Marta también ha sido consciente del desamparo que sufren muchos de estos niños cuando abandonan el sistema. El día que cumplen 18 años, son considerados adultos y deben dejar sus centros sin formación, sin dinero y sin una red de apoyo. Tal como explican los educadores sociales, muchos se ven obligados a volver con sus familias biológicas, que no pudieron cuidarlos de pequeños, o a tener que "elegir entre estudiar o trabajar, que casi siempre es trabajar". Los educadores sociales conocen de primera mano el alto porcentaje de éxito de los que sí consiguen un futuro.
Tiene que haber un apoyo incondicional como el que tenemos en una familia"
Asociación Mamás en acción
Ante esta impotencia, y convencida de que romper el estigma es fundamental, Marta ha decidido fundar la ONG Brothers for Life. El objetivo es proporcionar una ayuda básica y, sobre todo, un referente que apoye a los jóvenes extutelados en su transición a la vida adulta. "Pensamos que una ayuda económica, de becas de estudio o para un piso no es suficiente", ha afirmado. Su filosofía es que, además de "enseñarles a pescar", debe haber alguien para "animarte el día que no pescas nada".
La "historia bonita y humana" de Marta Gil, como la han descrito en el programa, no solo trata sobre la acogida o la adopción, sino sobre el compromiso y la importancia de acompañar a quienes más lo necesitan. Es el relato de una persona que decidió transformar un encuentro fortuito en un camino de esperanza, no solo para una niña, sino para muchos jóvenes que se enfrentan al futuro sin referentes.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



