Sofía, la joven que creció en Aldeas Infantiles en Galicia y rompe el estigma: "No somos delincuentes, pido que no nos juzguen"
La casa en la que pasó parte de su infancia, Aldeas Infantiles en Redondela, cumple 50 años acogiendo a niños y adolescentes.

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Santiago - Publicado el
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Sofía entró con poco más de seis años en la casa de Aldeas Infantiles SOS de Redondela, la primera que se abrió en Galicia. Llegó allí en 2001 junto a sus tres hermanos después de que primero su madre hiciera "abandono de hogar" y después, tampoco su padre "estuviera capacitado" para cuidar de ellos. Lejos de tener un recuerdo traumático, Sofía reivindica su infancia y pide que la sociedad deje de estigmatizar a los jóvenes que, como ella, han tenido que pasar por un centro de menores.
Mi casa fue Aldeas Infantiles
A pesar de las circunstancias, Sofía asegura tener recuerdos "muy bonitos" de aquella etapa. Para ella, Aldeas Infantiles fue su verdadero hogar: "fue mi casa, ya que no tuve la oportunidad de tenerla fuera, la tuve ahí y superbién, maravilloso". Destaca también el apoyo de sus hermanos, ya que la organización nunca los separa, lo que supuso "tener ese pequeño vínculo que te puede quedar como familia".
Ojalá mi hijo no tenga que vivir lo que yo tuve que vivir"

La Aldea de Redondela cumple 50 años
La joven recuerda que en el centro disfrutó de oportunidades que muchas familias no pueden ofrecer. "Hay muchos niños que hoy por hoy no se pueden permitir unas Navidades con regalos: allí tenías siempre tu regalo...tenías tu fiesta de cumpleaños con celebración", explica. Añade que cada tres meses les daban "una cantidad de dinero considerable para que te fueras a comprar ropa", algo que valora al pensar que "a lo mejor esto no lo podría haber tenido en mi casa".
El miedo a descarrilar
Al cumplir la mayoría de edad, Sofía pasó al Programa Mentor, un programa que lleva casi 30 años en marcha en Galicia para dar respaldo a los jóvenes que han de abandonar un centro de menores. Esa transición a la vida adulta sí que la recuerda como un momento complejo. Confiesa el vértigo que sintió al salir de un entorno donde había creado fuertes vínculos: "verte otra vez que estás, entre comillas desamparada, pues dices, uf, a ver... ¿qué me va a esperar?".
Ese "miedo a poder descarrilarte" lo venció gracias al apoyo del director del centro de entonces y a su propia determinación. Encontró trabajo, se independizó y hoy ha formado su propia familia. "Puedo decir que tengo mi mi casa, mi pareja y a mi hijo, que al final es el pilar fundamental y por lo que luchas día a día", afirma con orgullo. Su maternidad, cuenta, es diferente: "luchas con todo lo que puedes y más" para que tu hijo crezca en un ambiente sano y no pase por lo mismo, "que no fue malo, pero si él se puede criar en un hogar familiar, que no se pueda criar en un centro, como me pasó a mí".
Romper con los prejuicios
Sofía lanza un mensaje contundente contra el estigma que persigue a los menores tutelados. Denuncia que a menudo se les juzga pensando que "te portabas mal, fuiste delincuente". Ella misma ha sentido ese juicio. "Sí que te juzgan", lamenta, explicando que la realidad es muy distinta: "no tienes a tus padres, porque no tienen cómo ejercer... o en esos momentos no están en su mejor etapa para poder ejercer de padres, pero bueno, que no porque estemos ahí somos huérfanos ni delincuentes ni nada por el estilo".
Por ello, pide a la sociedad " menos prejuicios hacia esa gente, porque al final somos humanos, somos personas". Insiste: "que se paren a escuchar a la persona con la que están, que no la juzguen, y si pueden tener un un ratito que vayan al centro, que lo vean y que se paren a ver lo que realmente hay".
La casa de Aldeas Infantiles que fue el hogar de Sofía durante diez años cumple este 16 de noviembre sus bodas de oro: en 1975 recibía a los ocho primeros menores. En 2024, la Aldea acogió a 82.
y después del centro de menores...¿qué?
En este momento hay en Galicia alredor de 2.000 menores de edad tutelados: algo más de 800 están en centros y el resto, con familias de acogida. Como nos contaba en Cope Sofía, un momento clave es la transición a la etapa adulta, cuando por edad toca abandonar el centro y emprender una nueva vida para la que muchos carecen de respaldo familiar.

El programa Mentor está coordinado por la ONG Igaxes
El apoyo continúa entonces, aquí en Galicia, en el Programa Mentor, que coordina a ONG Igaxes: unos 500 jóvenes participan en él anualmente. Reciben ayuda para continuar su formación, búsqueda de empleo... y hay quien además necesita continuar en viviendas tuteladas o asistidas algún tiempo más: hay 56 plazas en toda Galicia, repartidas en seis de las siete grandes ciudades. Alba Lorenzo, coordinadora del programa, explica que trabajan "con los chicos y chicas según la evolución y el proyecto personal...a veces hasta los 24, 25 años... es un privilegio que en Galicia contemos con un soporte durante tanto tiempo", afirma.
Quien sale de un centro de menores tiene que dar el salto a la edad adulta unos diez años antes que la media de los jóvenes en España
Coordinadora del Programa Mentor
Lorenzo subraya que el tránsito a la etapa adulta de las chicas y chicos que han pasado por un centro de menores es más complejo de lo habitual porque para empezar, si la media de edad de emancipación de los jóvenes españoles está en los 30 años, a ellos les toca hacerlo unos diez años antes "y todos somos conocedores de las complejidades que pueden encontrar tanto de cara a la inserción laboral, la búsqueda de vivienda...añadido a la mochila que cada persona trae!"
Tanto los que necesitan continuar en alguna de las viviendas del Programa Mentor como los que regresan con su familia tienen oportunidad de seguir con un acompañamiento por parte de técnicos de inserción "para tramitar la beca de estudios, ver qué ciclos formativos le pueden interesar... definir un itinerario e irlo construyendo con ellos: no es un trabajo puntual y hasta luego!" asegura Alba Lorenzo.
Sigo manteniendo contacto con chicos y chicas que pasaron por el Programa Mentor cuando yo empecé aquí...hace 14 años
Coordinadora del Programa Mentor
Lorenzo explica que siempre se acaba estableciendo un vínculo con los chicos y las chicas que pasan por el programa, "que se va graduando en función de sus necesidades": ella asegura que hay personas con las que trabajó al inicio de su etapa en Igaxes, hace más de una década, con las que sigue manteniendo contacto.
El programa Mentor cuenta con financiación de la Xunta y del Fondo Social Europeo. Alba Lorenzo explica que no hay un tiempo "fijo establecido" para que una persona pueda contar con este recurso: "siempre es en función de la evolución y el aprovechamiento del programa, no mantenemos a nadie de alta en el programa porque sí... es porque vemos que lo está aprovechando, lo está valorando y que todavía lo podemos acompañar".
El prejuicio que hay alrededor de los jóvenes que han pasado por un centro de menores es infundado
Coordinadora del Programa Mentor
Insiste en que se trabaja con cada chico o chica individualmente, y en función de cada caso habrá quien necesite "ayuda para la compra de libros, clases de apoyo si le hicieran falta...hasta a sacar el carné de conducir... dependerá de cada uno".
Igual que Sofía ,la joven a la que conocimos en Aldeas, la coordinadora del Programa Mentor también reclama que la sociedad deje atrás los prejuicios entorno a las personas que han pasado una etapa de su vida en un centro de menores. "Es como si ellos tuviesen una característica individual negativa... y no es así, son niños, niñas, chicos y chicas que por determinadas circunstancias ajenas a ellos han tenido que salir del contexto familiar, no tienen nada que no tenga otra persona de su edad... salvo esa mochila añadida"
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



