Cada vez más jóvenes españoles dedican sus veranos al voluntariado: "Te cambia por dentro"
Más de medio millón de jóvenes en España participan en actividades de voluntariado cada año. Marina Pozo ha compartido su testimonio en La Linterna de la Iglesia de COPE: "Ves que Dios está en todas partes"

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Mientras muchos guardan la sombrilla y hacen balance de un verano de playa, viajes y desconexión, otros cierran estos meses con algo mucho más valioso: la experiencia de servir a los demás. Y es que el voluntariado juvenil está en auge.
Según el último informe del Observatorio de la Plataforma del Voluntariado de España, los jóvenes entre 14 y 24 años ya representan más del 13% de los voluntarios del país. Esto supone más de medio millón de chicos y chicas, y casi la mitad de ellos deciden hacerlo durante el verano.
Una de ellas es Marina Pozo, madrileña de 18 años, que acaba de terminar Bachillerato y en pocas semanas iniciará el grado de Ingeniería Informática. Este verano ha vuelto a Málaga con los Jóvenes Hospitalarios, una iniciativa de los Hermanos de San Juan de Dios y las Hermanas Hospitalarias, para acompañar a enfermos.

"sentí que estaba en casa"
“El año pasado me fui feliz, no me esperaba que fuese tan especial. Los residentes te reciben con tanto cariño, se acuerdan de ti… Es imposible no repetir”, recuerda Marina. “Cuando terminé aquella primera experiencia dije: ‘No puedo dejarlo aquí, tengo que volver’. Y este año, al reencontrarme con ellos, sentí que estaba en casa”.
El vínculo con los residentes, explica, es lo que más le llena: “Hay uno que me dijo el otro día que yo era como una hermana para él. Me emocionó muchísimo. Incluso aquellos que no hablan, solo con su sonrisa cuando te ven entrar, te hacen sentir que tu tiempo allí merece la pena”.
Además, para Marina, la experiencia espiritual ha sido un regalo: “No es solo estar con los pacientes, también es la oración en grupo, los momentos de reflexión al final del día. Te ayuda a ver que Dios está en todas partes, especialmente en esas personas a las que sirves. Te cambia la forma de mirar la vida”.

"se van con el corazón ensanchado"
Sor Cristina, que acompaña a los voluntarios y que entró en la Congregación a los 23 años, explica que “cada año veo a los jóvenes llegar con muchas preguntas, incluso con miedo de no saber cómo actuar con los enfermos. Pero poco a poco, cuando descubren el valor de una mirada, de una conversación, se rompen las barreras. Al final se van con el corazón ensanchado”.
También subraya el cambio que se produce en su fe: “Lo más bonito es ver cómo empiezan a reconocer a Jesús en el rostro de los enfermos. No es solo un voluntariado social; es una experiencia de fe viva”.
Sobre la convivencia y el acompañamiento espiritual, Sor Cristina destaca: “Desde la mañana hasta la noche hay momentos para todo: servicio, oración, reflexión. Esa integración es la que ayuda a que el joven no solo dé su tiempo, sino que también descubra su propio valor y su capacidad de amar sin condiciones”.
"no es solo una experiencia puntual"
Este año, además de Málaga, los Jóvenes Hospitalarios han organizado experiencias en Sevilla, Ecuador e incluso en el Jubileo de los Jóvenes en Roma: “Queremos que los jóvenes vean que el voluntariado no es solo una experiencia puntual, sino un estilo de vida. Que entiendan que servir al otro también es construir un mundo más humano y más justo”, explica Sor Cristina.
Para ella, el mensaje es claro: “Los jóvenes son una esperanza para la Iglesia y para la sociedad. Su alegría, su entrega y su capacidad de empatía son un regalo. Nosotros solo les ofrecemos un espacio; el resto lo hacen ellos, y lo hacen con un corazón enorme”.
Marina lo confirma: “A cualquiera que tenga dudas, le diría que lo intente. Yo no tenía experiencia, y aun así estos dos veranos han sido lo mejor que me ha pasado”.