"El nuevo petróleo del siglo XXI": el economista Marc Vidal señala el negocio que puede equipararse a las armas y las fábricas
El economista ha analizado el anuncio del gobierno estadounidense de la venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos

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El economista y colaborador de 'Herrera en COPE', Marc Vidal, ha puesto este martes el foco de su 'Salida de Emergencia' en un asunto que parece anecdótico, pero que esconde una de las mayores batallas geopolíticas de nuestro tiempo: la venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos.
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Según ha explicado, lo que a primera vista se interpreta como un simple movimiento empresarial, en realidad forma parte de un pulso mucho más profundo entre Washington y Pekín.
Vidal ha recordado que el gobierno estadounidense ha anunciado en Madrid que se ha cerrado un acuerdo para que la red social cambie de manos en su territorio. Y lo que está en juego, ha advertido, no son solo descargas o publicidad: son datos, millones de ellos, que constituyen un recurso de valor y que, cada vez más, se está convirtiendo también en un recurso de gran valor. Y, por ende, de gran poder.
“En el fondo aquí se esconde un pulso entre dos potencias que ya no compiten solo en armamento o en fábrica, sino ahora con datos. Cuando hablamos de datos, hablamos de información personal que permite predecir y hasta manipular comportamientos sociales. No es un detalle menor, es el nuevo petróleo del siglo XXI”, ha afirmado.

Imagen de recurso
Soberanía digital y poder económico
La clave de todo, según Marc Vidal, reside en la soberanía digital. Estados Unidos no quiere que compañías vinculadas a China puedan acceder libremente a la información de sus ciudadanos porque, como ha señalado, ese acceso implica capacidad para “conocer, influir y orientar decisiones colectivas”.
“Hablamos de soberanía digital, es decir, la capacidad de un país para controlar el flujo de datos dentro de su territorio”, ha explicado.
Para las grandes compañías estadounidenses, la operación ha sido recibida como una gran noticia. No se trata solo de mantener una red social popular, sino de ser capaces de controlar "una herramienta de segmentación publicitaria y de análisis social sin precedentes". Según él, quien sea capaz de controlarla, "va a poder influir en campañas políticas, estrategias de consumo y en estados de ánimo colectivos”.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump
¿Y EL PAPEL DE CHINA?
China, sin embargo, tampoco ha quedado completamente fuera de juego. Según el economista, Pekín ha preferido ceder parte del negocio antes que permitir un cierre total de la aplicación en Estados Unidos. Mantener una mínima presencia en el mercado norteamericano sigue siendo clave para proyectar influencia cultural y, sobre todo, para seguir alimentando su maquinaria de recopilación de datos.
“Pekín prefiere perder parte del negocio antes que sacrificar su presencia cultural en un mercado que ahora mismo sigue marcando tendencias globales, pero así ellos podrán mantener una maquinaria de captura de información social que es formidable”, ha asegurado.
Con un tono más distendido, Vidal también ha dejado espacio para la ironía, recordando que el contenido que se comparte en la aplicación probablemente haya sorprendido a quienes la diseñaron en origen: “Yo a veces pienso que si los chinos crearon TikTok para averiguar cómo somos los occidentales, pues viendo lo que publica la gente deben estar flipando en colores”.