Un abuelo conoce TikTok y a los 90 años da una lección a todos con su ejemplo: "Usa las redes sociales así"
José María Abad es una tendencia en España como creador de vídeos y su influencia se debe a la experiencia de su vida

Carlos Moreno 'El Pulpo' cuenta la historia positiva de José María Abad, el abuelo de TikTok
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En un mundo digital que cambia a una velocidad vertiginosa, la historia de José María Abad, un abuelo de más de 90 años convertido en tiktoker de éxito, rompe todos los esquemas. Mientras muchos jóvenes se pierden en la superficialidad de las redes, este hombre sabio y sereno ha encontrado en TikTok no solo un medio de expresión, sino también una manera de enseñar, de consolar y de dejar huella.
José María es la nueva sensación en España. Su cuenta, que acumula cerca de un millón de seguidores, está repleta de reflexiones vitales, consejos sobre autoestima y mensajes cargados de humanidad. “La inseguridad está matando tus sueños”, dice con voz pausada en uno de sus vídeos más populares, “pero te voy a decir cómo llegar a sentirte más seguro de ti cada día: reconoce que has hecho algo bueno y felicítate a ti mismo”. Y el impacto de sus palabras no se mide solo en likes: son miles los jóvenes que le escriben para contarle que les recuerda a sus propios abuelos, ya fallecidos. A todos ellos, José María les responde con una ternura desarmante: “Si necesitáis un abuelo, aquí estoy”.
Del anonimato al éxito viral
Su historia ha sido contada recientemente en el programa Poniendo las Calles de COPE, donde Carlos Moreno ‘El Pulpo’ describía su trayectoria como una novela viviente. José María no siempre fue un rostro visible. Empezó a trabajar siendo niño, perdió a su familia muy pronto y llegó incluso a ejercer, sin buscarlo, de espía. Hoy prefiere hablar de arte, de creatividad y de los pequeños placeres de la vida: “Da igual si es un libro, un cuadro o un plato de lentejas. Lo importante es hacerlo con pasión”.

Hombre relajado usando un teléfono inteligente en el dormitorio con su perro durmiendo en la cama
Gracias a su popularidad en TikTok, logró agotar las existencias de su libro La fábrica de los juguetes prodigiosos, que había permanecido años guardado en un cajón. Cansado de editoriales que se llevaban la mayor parte del beneficio, decidió montar la suya propia, demostrando que la edad es solo una cifra cuando se trata de emprender: “No me gusta que me estafen. Puedes estar trabajando tres años, terminas el libro… y te quedas con un 10%. Yo decidí crear mi propia editorial”.
Una lección de vida en cada vídeo
En una época dominada por la inmediatez, José María Abad se ha convertido en un faro de calma y autenticidad. “Cuando las redes sociales aparezcan, que hagan lo mejor que saben hacer, lo que les gusta”, aconseja a sus “nietos digitales”. Porque para él, las redes sociales no son el fin, sino el medio: un canal para compartir lo que de verdad importa, para conectar, para acompañar.
Su influencia va más allá de la pantalla. Ha sido reconocido por su labor en redes, no solo como creador de contenido, sino como transmisor de valores. En un entorno cada vez más polarizado, José María defiende una red más humana, más creativa, más útil. “Hay que rodearse de gente que sea creativa, simpática, que te ayude siempre, que esté ahí para defenderte, darte ánimos… con palabras de amor”.
Su vida, ahora más pública que nunca, es la prueba de que nunca es tarde para empezar de nuevo, para aportar, para inspirar. Mientras algunos critican las redes sociales por su toxicidad, José María las transforma en un espacio de consuelo y sabiduría, como demuestran otros mayores que también han conquistado internet con autenticidad.

Un anciano sentado en un banco en una estación de tren.
Si algo queda claro tras conocer su historia es que las redes sociales, bien usadas, pueden ser un instrumento poderoso para el bien común. Y como dice él, con esa serenidad que solo da el tiempo: “La vida no se vive en años, sino en cómo llenas de vida esos años”. Y vaya si José María los está llenando.