Mario Alonso Puig: "Hace dos décadas nos podíamos concentrar dos minutos y medio delante de la pantalla, mientras que ahora solo duramos 47 segundos"
Como cada viernes, el doctor Mario Alonso Puig reflexiona en 'Herrera en COPE' sobre la atención en la era digital

Madrid - Publicado el
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En la era digital, la pantalla se ha convertido en una presencia constante en la vida de los más jóvenes, quienes quedan hipnotizados por un flujo continuo de contenido. Vemos cómo los niños, cada vez más, se sumergen en sus teléfonos, consumiendo información a una velocidad vertiginosa.
Esta hiperconexión, aunque promete un universo de conocimiento, podría estar redefiniendo nuestra capacidad fundamental de atención. En este panorama, ¿Qué significa para nuestra capacidad de atención, que es tan importante, estar siempre dispersa?
En un esperado regreso a Herrera en COPE, el reconocido médico y conferenciante Mario Alonso Puig ha ofrecido una profunda reflexión sobre cómo el vertiginoso avance de la tecnología y el uso de las redes sociales están transformando nuestra capacidad de atención, con implicaciones trascendentales para nuestra salud, bienestar e incluso supervivencia.

Un niño usando su teléfono móvil antes de dormir
la alarma de la atención en caida libre
"Es un tesoro tener la capacidad de prestar atención y realmente no estamos cuidando esto o estamos permitiendo que cosas que no deberían secuestrar nuestra atención la secuestren", ha señalado el especialista.
Para el doctor Mario Alonso Puig los datos son inquietantes: hace apenas dos décadas una persona era capaz de mantener la atención en una pantalla durante dos minutos y media. Hoy, esa cifra se ha reducido drásticamente a 47 segundos. Pero el panorama es aún más preocupante en la Generación Z, cuya capacidad de concentración apenas alcanza los 5 segundos.
El médico recordó que la capacidad de enfocarnos es un tesoro clave no solo para la salud y el bienestar, sino también para la calidad de nuestras relaciones, nuestra longevidad y en última estancia para la felicidad: "Sin esas estructuras que son esenciales para el desarrollo de la atención, ni somos personas realmente inteligentes, ni podemos verdaderamente conectar con los demás".
Atención, Inteligencia y Supervivencia
La capacidad de atención es una de las dos facultades clave que permitieron al ser humano evolucionar y conquistar todos los entornos del planeta, junto con la inteligencia y la capacidad de colaborar.
Por ello, Puig insiste en que la atención es la clave no solo para el bienestar personal, sino también para la memoria, la inteligencia, las relaciones y hasta la supervivencias: "Sin esas estructuras que son esenciales para el desarrollo de la atención, ni somos personas realmente inteligentes, ni podemos verdaderamente conectar con los demás."
El experto desmintió el mito de la multitarea: "Eso de no, yo puedo prestar atención a cinco cosas a la vez es falso". Cuando una persona intenta prestar atención a varias cosas, en realidad está distraída, lo que puede llevar a ignorar lo más importante que nos sucede en la vida.
la inseparable relación entre atención y memoria
Uno de los errores más habituales es concebir la memoria, la inteligencia y la atención como comportamientos estancos, cuando en realidad funcionan como engranajes de un mismo mecanismo.
En el cerebro, la región dorsolateral de la corteza prefrontal cumple un papel clave: actúa como una especie de memoria RAM, permitiendo acceder a experiencias previas y conectar lo que vivimos con lo que ya sabemos. Cuando la atención se debilita, esa “puerta de entrada” a los recuerdos también se ve afectada.

"La comodidad tecnológica ha provocado que dejemos de entrenar la memoria"
La pérdida de atención conduce directamente a una menor memoria y una menor inteligencia, además de dificultar la colaboración. El doctor ilustró este punto con un ejemplo muy personal: "no me sé ni el de mi ni el de mi hermana ni el de mi padre" en referencia a los números de teléfono. La comodidad tecnológica ha provocado que dejemos de "entrenar la memoria" para recordar direcciones o números, una "consecuencia directa" de nuestra inatención.
Información vs. Formación
La reflexión final de Mario Alonso Puig giró en torno a una diferencia fundamental: información no es lo mismo que formación. Internet y las redes sociales nos bombardean con datos, noticias y estímulos constantes, pero ese caudal de información no garantiza un verdadero aprendizaje. La formación, por el contrario, requiere "aquietar la mente y profundizar en lo que estás haciendo"
Para el médico, un libro es un auténtico gimnasio mental: no solo informa, sino que entrena la memoria y la reflexión convirtiendo el saber en un saber hacer.
Concluyó recordando la necesidad de cultivar la atención en un mundo cada vez más disperso e invitó a los oyentes a ser más conscientes de cómo emplean su tiempo y hacia dónde dirigen su mirada.
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