La reflexión de Arturo Pérez Reverte sobre la política actual: "Han tomado el relevo de la clase parásita que durante tantísimo tiempo destruyó España"
El escritor presenta en 'Herrera en COPE' su última novela y reflexiona, además, sobre numerosos asuntos

Arturo Pérez-Reverte, en 'Herrera en COPE'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Arturo Pérez-Reverte regresa con "Misión en París", la octava entrega de la saga del Capitán Alatriste, que vuelve tras una espera de catorce años. Ambientada en la Francia del siglo XVII durante el asedio de La Rochelle, la novela reúne a Alatriste, Quevedo, Copons e Íñigo Balboa en una misión secreta impulsada por el conde-duque de Olivares. Con el pulso de la mejor novela de capa y espada, Reverte despliega una trama donde se cruzan lealtades y engaños, honor y ambición, en un juego capaz de alterar destinos.
el regreso de alatriste: un héroe más lúcido y oscuro
En la primera charla de la mañana con Alberto Herrera en 'Herrera en COPE', Arturo Pérez-Reverte no pudo escapar de la polémica del momento: los comentarios de María Pombo sobre la lectura y los niños, unas declaraciones que durante días han generado gran revuelo en redes y medios. Reverte no dudo en confesar que no conocía ni a la influencer ni la polémica: "No sé quién es María Pombo con todo y lo lamento, vamos, no tengo ni la menor idea".
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Arturo Pérez-Reverte | Un café con Alberto Herrera
Desde este arranque, la conversación viajó hacia reflexiones sobre la lectura, la educación y su última obra "Misión en París", dejando claro que para el escritor, los libros son una herramienta para mejorar intelectualmente, aunque no necesariamente moralmente.

Arturo Pérez-Reverte, en 'Herrera en COPE'
Sobre cómo el tiempo ha influido en su escritura, Reverte apunta que él mismo ha cambiado: "yo he cambiado, yo he envejecido, yo veo el mundo de una manera ahora pues más amarga, más lúcida, más oscura o con más remordimientos". "Alatriste también es un poquito más amargo, más lúcido, más triste, más oscuro. Viajemos en tiempo y lugar", comenta.
La novela, ambientada en la Francia del siglo XVII durante el asedio de La Rochelle, promete mantener la intriga, la lealtad y el honor que han definido siempre al icónico personaje. Una ciudad que en el libro describe como sucia, infecta e insalubre. No se olvida de grandes escritores como Quevedo, quien Reverte introduce en su nueva novela cuidadosamente documentado: "Tú lees un soneto de Quevedo satírico y parece que está hablando de la España de ahora, los ministros de ahora, los reyes de ahora, todo de ahora. Entonces, que para mí fue clave", aclara.
españa, educación y memoria histórica
Para Reverte, el papel de Alatriste va más allá de la ficción, una forma de ver la educación como la clave para comprender el pasado, el presente y preservar la memoria: " Qué eso desaparezca o que quede marginado en favor de otras disciplinas o otras materias, me parece penoso, y Alatriste es justamente mi intento por compensar, para mi hija y para la generación de mi hija, esa cada vez mayor ausencia de memoria, de cultura, de lo que explica lo que somos".
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Al escritor no le ha temblado el pulso a la hora de criticar la política educativa española, catalogándola como un desastre que deja vacíos sobre la historia y la cultura: "Cuanto menos educación, cuanto menos lucidez, cuanto menos formación tiene el receptor, el votante, el ciudadano, más difícil es detectar a los sinvergüenzas y separar el grano de la paja de la gente decente de la indecente" , señala.
La lectura, advierte, sigue siendo la defensa frente a la manipulación: "A más preparación, más capacidad de filtrar. Sin preparación, te lo comes todo". El autor no es pesimista, sino realista: los jóvenes seguirán necesitando historias, aunque cambien los soportes.
vivir escribiendo, morir con dignidiad
Para Arturo Pérez-Reverte, escribir no es solo un oficio, sino una forma de estar vivo: “Para mí, escribir una novela es una manera de estar vivo, de mirar el mundo, de leer, de preguntar, de saber… vivir lúcido y atento, como un cazador que va con una escopeta echando cosas al zurrón”. Reconoce que su tiempo es limitado, pero no teme a la muerte en sí, sino a una muerte indignamente sufrida: "No me apetece morir mientras esté en condiciones de seguir vivo con dignidad. Lo que tengo miedo es a morir porque hay agonías que estropean una vida" .
El mar y la escritura son sus referentes: "A mí me gustaría terminar en el mar, por ejemplo, ¿no? un día en el barco, como hubieron temporal y ahí se acabó el Arturo ". Así, la entrevista no solo revela a un escritor que regresa con Alatriste y su historia de París, sino a un hombre consciente de su legado y de la intensidad con la que ha vivido cada página de su vida y de sus libros.