Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la tibieza del Gobierno de España sobre lo que está pasando en Cuba:

"La última vez que se observó el liderazgo de España en los países de habla hispana fue hace trece o catorce años, en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, celebrada en Santiago de Chile. Estaba interviniendo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Hugo Chávez, el dictador de Venezuela, le interrumpía con tanta grosería como frecuencia. Entonces, el jefe del Estado de España, Juan Carlos I, con tanta falta de diplomacia como atinada oportunidad, dijo aquello de “¿Por qué no te callas?” Y el dictador comunista se calló.

Ahora, el que se calla ante las tropelías de la dictadura comunista cubana es el Gobierno español, que ni siquiera se atreve a llamar dictadura a lo que es una dictadura. Me acordaba de la anécdota de Juan Carlos I, al contemplar a la nueva portavoz del Gobierno, a la que todavía no le han explicado lo que le explican a cualquier chica que presente un noticiario: que está bien sonreír, en general, pero que si informas de un accidente mortal no puedes poner la misma cara que si anuncias a quién le ha caído el gordo de Navidad: vamos, que no se debe acudir con la misma expresión a una boda que a un funeral. Ysi hablas de Cuba debes poner cara seria, aunque el señorito te haya ordenado que no digas que es una dictadura, y no se es menos servil y obediente, evitando la sonrisa. Porque decir Cuba es hablar del vecino delator, de la detención, de la tortura, del asesinato vestido de desaparición. Porque decir Cuba es persecución a la orientación sexual, a informar y a estar informado, a la más leve crítica al paraíso comunista, a la sospecha, si no halagas al régimen dictatorial. Y, eso, no se puede decir sonriendo, que una cosa es la perífrasis, el rodeo, el disimulo, la obligación del compromiso de un gobierno cada día más cerca de las dictaduras comunistas apoyadas con el dinero del narcotráfico -y más alejado de democracias como la estadounidense- y, otra, aparecer como la tonta del funeral, que se creía que era un bautizo.

Que ABC se olvide de las gestiones que pueda hacer el nuevo ministro de Asuntos Exteriores por la localización y puesta en libertad de su corresponsal en Cuba. El ministerio habrá cambiado de titular, perolos amigos del Gobierno siguen siendo las dictaduras comunistas en América".

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