

El monólogo de las 6H
"La amnistía es el antepenúltimo hito de esta rendición a plazos a cambio de mantener a Sánchez en el poder"
Jorge Bustos repasa los principales titulares en su monólogo de las 6H que marcarán la actualidad de este viernes 27 de junio de 2025
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Ya son las 6, las 5 en Canarias.
¿Qué tal? Soy Jorge Bustos. Bienvenido a amanecer este viernes, 27 de junio. Viernes, por fin. Estamos a las puertas, por cierto, de la primera ola de calor del año. Por eso, hoy nos espera una subida de las temperaturas en todo el país, con aviso naranja por calor en Andalucía y amarillo en otras ocho comunidades del centro y norte peninsular. Se esperan máximas de hasta 40 grados en el valle del Guadalquivir y en el noreste peninsular.
En el interior, en el sur y en el este del país, tendremos temperaturas de entre 34 y 36 grados. Evitemos en lo posible, por tanto, los jerséis de cuello vuelto, en general, porque de esta sartén solo se van a librar en Galicia y en algunas zonas del Cantábrico, donde estará nublado y puede que llueva a lo largo del día.
Termina en España una semana sangrienta, y aún falta el sábado y el domingo. En algo más de 48 horas, en distintos puntos de la geografía nacional, tres hombres han asesinado a sus parejas y uno de ellos, además, a su hijo de dos años. Se han conocido también otros dos asesinatos: el de una mujer que llevaba desaparecida una semana en Guadalajara, y el de otra más en Gijón, que llevaba en paradero desconocido desde mayo.
Son las 7 de la mañana del martes pasado en un bloque de pisos de Getafe, en Madrid. Los vecinos oyen los gritos de una discusión entre Florindo y Marisa. Llevan 20 años de relación. Suelen publicitar su amor en las redes sociales. Él tiene 63 y ella, 61. Él es depresivo; ha intentado suicidarse tres veces y en dos ocasiones le salvó su mujer, que es de origen cubano.
Los vecinos escuchan claramente esos gritos desgarradores que les llegan de Marisa pidiendo ayuda, suplicando que llamen a la Policía, mientras su marido le asesta hasta nueve puñaladas en el pecho y la arrastra por los pelos hasta un cobertizo, donde continúa apuñalándola. Cuando llega la Policía, ella está muerta y el agresor todavía se resiste a tirar el cuchillo. Los agentes se ven obligados a usar la pistola táser para reducirlo.
No existían denuncias previas. Marisa no figuraba en el sistema VioGén y Florindo no tenía antecedentes penales.
Seis de la mañana de este martes en Algemesí, en Valencia. Un colombiano de 34 años, llamado Leonardo David, coge un cuchillo de la cocina y se dirige al cuarto donde está durmiendo su mujer, Alejandra, de 42 años. Está durmiendo Alejandra, acurrucada junto al hijo de ambos, Samuel, que tiene dos años. Leonardo acuchilla a su esposa hasta matarla y, a continuación, estrangula con sus propias manos al bebé. A su bebé.
La víspera había discutido con Alejandra porque ella le había confesado que ya no podía más, que no podía aguantar más insultos y agresiones, que se quería separar. Y él esperó a que madre e hijo estuvieran dormidos para ejecutar su venganza monstruosa.
La tarde anterior, Leonardo había subido una foto a las redes sociales con su esposa y con el pequeño Samuel en la piscina, y añadió un pie de foto dedicado a Samuel: "Te amo". Horas después, los estranguló en su cama.
Los episodios de vejaciones físicas y control enfermizo eran constantes. Por ejemplo, si ella iba al gimnasio, él la obligaba a mantener todo el tiempo su rostro visible a través de una videollamada para vigilar que nadie se le acercase. Pero Alejandra nunca quiso denunciar a Leonardo. Había dejado de compartir dormitorio con él, pero eso era todo.
Sus amigos, que la llamaban Aleja, la habían animado muchas veces a denunciarle porque conocían bien la calaña de Leonardo. Así lo cuenta la cuñada de la víctima, Lady Rodríguez.
Alejandra no denunció a tiempo porque pensaba, efectivamente, que si acudía a la Policía perjudicaría el proceso de regularización de Leonardo. Se ganaba la vida ella como empleada en un negocio de manicura de Algemesí, y su gran ilusión era abrir un establecimiento propio.
Tarde del miércoles, cerca de Cifuentes, en Guadalajara. La Guardia Civil encuentra el cuerpo sin vida de Rami Virginia, de 41 años, de nacionalidad venezolana. Llevaba más de una semana desaparecida. No había vuelto a casa. Su hermano había denunciado su desaparición, y los agentes la encontraron sin vida en una cueva, en una de las cuevas que se usaban antiguamente en este municipio como bodegas.
Junto al cadáver se hallaron algunos efectos personales. Rami tenía intención de dejar la relación que mantenía desde hacía seis años con su compañero sentimental, que ha sido detenido. De hecho, el día de su desaparición, ambos se dirigían a Alcalá de Henares para asistir a una sesión de terapia de pareja. Pero Rami Virginia no había interpuesto denuncia alguna. Ha dejado a dos hijos huérfanos: un joven de 18, fruto de una relación anterior, y una niña de 5 que había tenido con su presunto asesino, que es de nacionalidad española.
Tres de la madrugada, Las Palmas de Gran Canaria. Después de una violenta discusión, se hace el silencio en la casa de Carmen, y se hace el silencio porque está muerta. Y también lo está su asesino. Al día siguiente, la hija de Carmen descubre horrorizada la escena con la ayuda de un cerrajero, porque su madre no respondía a las llamadas. Y entonces ve a Carmen, 57 años, en el suelo cubierta con una manta blanca. Hay manchas de sangre, y a unos metros se encuentra Alfonso, que lleva una soga atada al cuello, la soga con la que se ahorcó después de matar a Carmen, según sospecha la Policía.
Ambos eran de nacionalidad española. No constan denuncias previas dentro de la pareja, que compartía vida desde hacía unos tres años, aunque Alfonso ya había sido condenado por violencia de género contra otra mujer.
Susana, de 49 años y vecina de Gijón, es hallada sin vida en el interior de un arcón en un piso cerca de la Plaza Mayor. Falleció por asfixia, después de que el único detenido, Jesús, apodado "El Vasco", la estrangulara hace ya más de un mes, justo cuando se la dio por desaparecida. Jesús "El Vasco" fue detenido el pasado lunes tras una exhaustiva investigación que comenzó el 7 de mayo, fecha en la que el hijo de Susana denunció la desaparición de su madre. El cadáver fue encontrado en avanzado estado de descomposición.
Susana había dejado a su marido por Jesús, a quien había conocido en una clínica de desintoxicación.
Cinco casos diferentes, un mismo patrón trágico
Estos cinco casos presentan diferencias, particularidades propias, pero todos comparten una misma premisa trágica que podríamos llamar el síndrome de la segunda oportunidad. Todas estas mujeres conocían de sobra las inclinaciones violentas de sus parejas, pero ninguna de ellas dio el paso de denunciar por razones variadas: miedo, esperanza de un cambio, el deseo de no perjudicar un proceso de regularización, o por dependencia emocional o económica.
Y luego hay otros factores que podrían explicar esta súbita intensificación de la violencia. Los investigadores los llaman estresores ambientales: las altas temperaturas —viene una ola de calor— y la convivencia estrecha en vacaciones, que, según los expertos y el sentido común, facilitan las crisis en las relaciones humanas y aumentan la probabilidad de conductas agresivas. Los meses de junio, julio y agosto concentran el 30 % de los crímenes machistas de toda la serie histórica. Y eso no es casual.
Por eso, pide el Gobierno que se refuercen las medidas de protección y que se activen todos los protocolos. Pero es difícil si las mujeres no denuncian. Hay que denunciar. El 016 es un teléfono gratuito y no deja rastro en la factura.
La amnistía, la rendición a plazos
Lo que sí ha dejado rastro, un rastro viscoso imposible de borrar, es la histórica bajada de pantalones del Tribunal Constitucional. Me refiero a la legalización de una amnistía diseñada por y para Puigdemont, es decir, diseñada por y para la investidura de Pedro Sánchez, el mismo Pedro Sánchez que opinaba esto de la amnistía hasta unas horas antes de las elecciones de julio del 23.
Vamos a recordar que el negociador de la amnistía fue Santos Cerdán, en Suiza. El corrupto fundacional del sanchismo hizo lo que sabe: extender la corrupción económica a la corrupción política.
Los servicios jurídicos de Ursula von der Leyen ya lo han llamado autoamnistía, porque sus autores son sus beneficiarios: unos siguen en el poder, otros evitan la cárcel. Ellos se lo guisan y, para comérselo a gusto, se lo acaba de emplatar esa sucursal de la Moncloa que un día fue un respetable órgano de garantías constitucionales.
Vaya papelón el de Cándido Conde-Pumpido. Pasará a la historia como un Tezanos con puñetas, que somete el derecho no ya a la política, y mucho menos a la política progresista, sino a la ambición de un matrimonio, el de los Sánchez-Gómez.
Esperemos que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que se reúne ya el 15 de julio, termine de escribir el epitafio jurídico de Pumpido. Pero de momento, Puigdemont sigue en el limbo, porque el juez Llarena mantiene la orden de detención nacional.
Dos argumentos esgrime el Tribunal Pumpidesco para encajar a martillazos en la Constitución el borrado de los delitos del separatismo —o sea, la anulación de la igualdad ante la ley y de la separación de poderes—.
El primero es que, como la Carta Magna no prohíbe expresamente la amnistía, sólo los indultos generales, pues eso significa que está permitida. Lo explicaba bien Page ayer.
El segundo argumento esgrimido por Pumpido y sus pumpidines es el presunto bien común que se obtiene a cambio, o sea, la presunta normalización de Cataluña, otra mentira. Porque si ahora en Cataluña no arden las calles es, primero, porque el Estado se defendió aplicando el 155 —por cierto, con voto a favor de Pedro Sánchez—, y juzgó y condenó a los culpables de la sedición. Y la cárcel resulta un lugar muy instructivo, muy disuasorio.
Y en segundo lugar, porque los independentistas han descubierto que chantajeando a Pedro están consiguiendo muchas más cosas que montando disturbios en las calles. Si a cada órdago le das todo lo que pide, es lógico que se calmen. Pero eso no es defender la ley, eso es rendirse.
La amnistía es el antepenúltimo hito de esta rendición a plazos a cambio de mantener a Sánchez en el poder. Luego vendrán el cupo, o la hacienda propia, o el referéndum, lo que toque. Porque, dice Pumpido, el Estado es tuyo, Carles, sírvete tú mismo, pilla lo que quieras.