Va a Matalascañas en coche con amigos, les para la Guardia Civil, y los agentes alucinan por la reacción del conductor en pleno control, lo mejor de la temporada

Como cada año, al final de la temporada queremos recuperar los mejores momentos que hemos vivido a lo largo de estos meses. En esta ocasión hablamos sobre cuándo se le alargó a los fósforos una fiesta. Un tema que surgió a raíz de la rave que se celebró en Ciudad Real desde Fin de Año. 

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Salvador contó que, en su fiesta de graduación, "estábamos ahí y a eso de las 4 de la mañana dijo un compañero lo bien que se estaría en la playa, viendo amanecer. Total, que fuimos por la carretera de Huelva para Matalascañas. En aquella época, había muchos controles de la Guardia Civil".

Prosiguió su historia indicando que había bebido, iba detrás del coche y "el conductor le iba metiendo caña por la autopista. Nos encontramos con un control. Y reaccionó tarde. Los guardias civiles estaban revisando una furgoneta. Le dijimos que frenase y pegó un frenazo que el de la furgoneta, se tiró. Literal. Los que estaban por detrás, nos apuntó con la metralleta. Del frenazo que pegó, me agarré a los dos reposacabezas y terminé por delante del conductor".

Los guardias civiles estaban "entre blancos y cabreados. Se acercaron a nosotros. El guardia civil apuntó a mi compañero y a mí me dio por reírme. Y el tío apuntándome a mí con la metralleta. El amigo no encontraba los papeles del coche". Y, al final, lo dejaron estar.

Después, Rafael relata que "con 15 años, dijimos de ir a San Fermín. Y nos fuimos a Pamplona. La sorpresa es que, al llegar, uno se cayó y le pisaron en la mandíbula. Lo mandaron en el hospital. Salió en un diario en primera plana".

 "SE FUERON A VALENCIA A VER LAS FALLAS"

Eva quiso trasladar una anécdota que le ocurrió a su padre. En finales de los 60, ni teléfonos móviles y muy pocos coches. Y en los pueblos, la comunicación se hacía a través de la centralita de un teléfono. Quedó a tomar café su padre un 19 de marzo y quiso acercarse a ver a sus hermanas. Llegaron allí y se les ocurrió ir hasta Valencia. Porque estaban cerca.

"Se fueron a las fallas e imaginad las carreteras de la época... y a las 11 de la noche, llamaron desde Valencia. 300 kilómetros que recorrieron. Todo esto, claro, imaginaos. Llamando a la centralita del pueblo", contó, provocando las risas de los colaboradores de 'Herrera en COPE'.

Paco estaba en la mili. "Estábamos 70 en un barco. Salimos y la liamos. A las seis de la mañana, dándole vueltas a una plaza. Llegó la Policía militar y el comandante nos dijo que no entrábamos ahí. Pasamos la noche en el puerto, sin dormir y algunos bañándose".

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Otro 'fósforo', llamado Javier, se le alargó la fiesta "un final de verano del año 1984. Íbamos tres amigos de la infancia y siempre íbamos juntos a todos lados. Aquel verano, uno de ellos se tenía que incorporar a la mili. El domingo a las ocho de la mañana. Que es dónde estaba destinado". 

Por último, recogemos el testimonio de Juan. Nos llama desde una estación de tren en Santa Cruz de Tenerife. En la década de los 60, recién cumplidos los 19 años, se fueron al sur de Tenerife "en un camión. A una fiesta que hacían. El baile comenzó a las 10 de la noche. Una hora después, pararon el baile porque las mujeres tenían que ir a empaquetar tomates. Nos encontramos sin ninguna posibilidad de regresar en coche".