Muchos son los mitos que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida. Todos ellos, de cualquier tipo y tema. Por ejemplo, siempre se ha dicho que en Madrid no hay playa, como cantaban Los refrescos, pero lo cierto es que no siempre ha sido así, pues la capital fue la primera ciudad interior en tener su propia playa artificial allá por los años 30, de los que solo queda el recuerdo. Pero este tipo de habladurías también se relacionan con la salud alimentaria, las cuales circulan por la población y más aún con las tecnologías y las redes sociales, que hacen que la información esté al alcance de todos.

Beatriz Robles, nutricionista, explica en su libro Come seguro y comiendo de todo, todo acerca de las más famosas, entre las que se encuentran, por ejemplo, los famosos cortes de digestión, "un mito casi al cien por cien". Y es que existen dos fenómenos que si pueden causarnos problemas al entrar en contacto con el agua. El primero de ellos es la hidrocución, un síncope que se produce cuando exponemos nuestra piel y las vías respiratorias a una diferencia brusca de temperaturas al meternos al agua y que "no tiene nada que ver con la ingesta de alimentos". Por su parte, hay mareos, naúseas y vómitos que sí que están relacionados con ello y que aparecen al sumergirnos en el agua debido a que el flujo sanguíneo se deriva al aparato digestivo, cuando "robamos la sangre al cerebro", explicaba en 'Fin de Semana COPE'.

Vayamos ahora con los alimentos. ¿Es verdad que comernos las pepitas de la sandía es peligroso? Para nada, pues son "alimentos muy seguros" que en ningún caso producen enfermedades como la apendicitis. En resumen, "si las tragamos, no pasa nada". Y las zanahorias, ¿ayudan a mantener nuestro bronceado veraniego? Tampoco, lo único que hacen es teñir la piel, al igual que los complementos alimenticios, cuyos betacarotenos "se depositan en la epidermis y nos dan un color más bien anaranjado".

¿Alimentos crudos o cocinados? ¿Es verdad que algunos ahuyentan a los mosquitos?

Acciones como las de oler y probar los alimentos para saber si están en buenas condiciones, beber cerveza tras hacer ejercicio o echar limón al marisco tampoco son recomendables. En el caso de lo primero, es mejor no probarlos y tirarlos a la basura, disfrutar de una bebida alcohólica en cualquier otro momento ya que, por el contrario, "fomenta la deshidratación", apuntaba Robles. Siguiendo con los alimentos, ¿son mejores los crudos? ¿Pueden librarnos de los mosquitos? Siempre es bueno equilibrarlos para "aprovechar mejor sus nutrientes", al igual que no pueden ahuyentar a los insectos, tampoco repelerlos.

Por su parte, ¿es totalmente seguro utilizar un microondas? Podemos usarlo con total tranquilidad, "incluso cocinar en él", pues sus radiaciones no son ionizantes. En él también podemos calentar los alimentos que se encuentran dentro de un táper, siempre y cuando, este sea apto para ello. Y el frigorífico, ¿cómo debemos colocarlo? En la puerta, las salsas y las bebidas, pues es donde hay más oscilaciones de temperatura, abajo los alimentos crudos y separados y, por último, arriba los cocinados.