Rubén Montoya, arqueólogo, señala el descubrimiento en Pompeya que desvela el mayor secreto de la ingeniería romana: "Por eso hoy podemos ver algunos edificios casi íntegros"
Una investigación del MIT en Pompeya revela la técnica de 'mezcla en caliente' que otorgaba a las construcciones una durabilidad extraordinaria y que nos permite, a día de hoy, disfrutar todavía de ellas

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El secreto de la extraordinaria durabilidad de las construcciones romanas, un misterio que ha fascinado a los expertos durante siglos, parece haber sido resuelto. Una investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha confirmado la receta del hormigón romano gracias a los hallazgos en Pompeya, la ciudad sepultada por el Vesubio en el año 79. Así lo ha explicado Rubén Montoya, doctor en Arqueología, en el programa ‘Fin de Semana’ de Cristina López Schlichting.
La clave: una mezcla en caliente
La investigación confirma un estudio de 2023 que identificó la técnica del “hot mixing” o mezcla en caliente. Según ha detallado Montoya, este método consistía en "mezclar cal viva directamente con ceniza volcánica y otros materiales en seco, y solo después de esa mezcla añadían agua". Este proceso desencadenaba una reacción química clave para su resistencia.
Al añadir el agua, pequeños fragmentos de cal muy reactiva quedaban atrapados en el mortero. Con el paso del tiempo, cuando el material se agrieta y el agua se filtra, estos fragmentos "se vuelven a disolver y vuelven a rellenar la grieta, reparando el cemento desde adentro", ha señalado el arqueólogo. Es un mecanismo de autocuración que explica la longevidad de los edificios romanos.
Es una cura material que se cura a sí mismo todo el tiempo"
Doctor en arqueología
Vitruvio y la evidencia arqueológica
Estos hallazgos contrastan con lo descrito por Vitruvio, el gran tratadista de la arquitectura romana. Él sostenía que primero se mezclaba la cal con agua y luego se añadían los demás componentes. Sin embargo, la evidencia arqueológica demuestra que el proceso era a la inversa. "Lo que la arqueología, y en este caso Pompeya, nos viene a demostrar es que la cal se mezclaba con ceniza volcánica y con otros materiales de origen volcánicos mucho antes de que se añadiese el agua", ha afirmado Montoya.

Imagen del recurso del Coliseo Romano
El experto aclara que esto no significa que Vitruvio estuviera equivocado, sino que "quizá estaba hablando de otro tipo de cemento". Este descubrimiento abre un interesante diálogo entre los textos clásicos y las pruebas materiales que ofrece la arqueología, permitiendo además reflexionar sobre las técnicas de construcción actuales.
El origen de la muestra
La muestra de hormigón que ha permitido confirmar la teoría se ha localizado en las excavaciones que se están llevando a cabo actualmente en la Región IX de Pompeya. Concretamente, en una casa que, como muchas otras en la ciudad, se encontraba en obras en el momento de la erupción.

Basílica en ruinas en Pompeya
Los arqueólogos han encontrado multitud de materiales de construcción tanto en la vivienda como en una panadería adyacente. El hecho de hallar los componentes del hormigón en un lugar donde "la vida se para", como sucedió en Pompeya, ha permitido a los investigadores "reconstruir esa cadena operativa pieza a pieza", analizar los componentes y confirmar cómo se fabricaba el resistente cemento romano.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




