Detienen la construcción de unas viviendas en el centro de Ibiza tras un hallazgo único: el objeto sobrevivió más de 1.700 años sumergido y también encontraron fragmentos de higos y semillas de la antigüedad
Al haber permanecido sumergido y en un ambiente sin oxígeno, con humedad y temperatura constantes, la figura se ha conservado en perfectas condiciones

Fotografía de la excavación del solar donde han sido hallados los restos en la avenida Isidor Macabich de Ibiza
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Hablamos de unas obras que comenzaron en noviembre del año 2023 y desde entonces, el correcto desarrollo de las mismas no ha hecho más que demorarse. La promoción de 60 viviendas protegidas que se están construyendo en la avenida de Isidor Macabich, al lado de la plaza de los nuevos juzgados, de atrasa hasta el año 2027.
En esta ocasión ha sido por el hallazgo de una figura de madera de Hércules, de estilo grecorromano y unos 1.700 años de antigüedad. Ha aparecido durante la excavación de estas viviendas. Y, aunque pueda parecer un rincón urbano sin demasiada historia a la vista, el subsuelo ha demostrado justo lo contrario.
Lo más sorprendente no es solo la figura (hablamos de una pieza de 30 centímetros, cuidadosamente trabajada y fechada en torno al siglo III d. C.) , sino por el lugar y las condiciones en las que ha sobrevivido todo este tiempo: sumergida en el nivel freático, es decir, en la profundidad a la que está el agua subterránea en el subsuelo.
A todo esto, además, lo ha hecho en un ambiente sin oxígeno, con humedad y temperatura constantes, algo que ha actuado como una especie de cápsula de conservación natural. "Es un hecho extraordinario", ha explicado la arqueóloga Glenda Graziani, que dirige la intervención junto a Juan José Marí Casanova.
UN POZO CONVERTIDO EN MÁQUINA DEL TIEMPO
La excavación exigía profundizar hasta siete metros para construir los sótanos del futuro edificio. En esta zona, el nivel freático está a poco más de un metro, por lo que el primer paso fue desecar el terreno. A unos dos metros de profundidad, comenzaron a aparecer los restos.
Primero fueron varios pozos excavados en suelo. Habían tenido usos diversos a lo largo de los siglos, pero su última función fue claramente la de basurero. Y ahí, mezclados con los desechos de hace cientos de años, es donde empezaron a aflorar elementos extremadamente frágiles que, en cualquier otro contexto, jamás habrían llegado hasta nosotros: fragmentos de madera, semillas, higos, una granada aplastada, una suela de cuero y la figura de Hércules.

La talla de madera de estilo grecorromano del héroe Hércules de unos 1.700 años de antigüedad
La propia Graziani lo resume así: "Hemos encontrado restos que normalmente se pierden en el curso del tiempo, pero que en estas condiciones se han conservado". La pieza y los restos del material orgánico están ahora en el laboratorio del Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera, donde se les está aplicando un proceso de limpieza y conservación preciso para evitar que, al salir del ambiente húmedo que los mantuvo intactos, se deterioren.
Qué cuentan estos restos sobre la Ibiza romana
Aunque la investigación continúa, la lectura inicial apunta a un espacio romano cuya función concreta aún no se ha podido determinar. Los pozos reconvertidos en vertederos podrían proceder de áreas de cultivo vinculadas a ese asentamiento. La mayoría del material recuperado encaja, a priori, con la época romana, pero también admiten haber documentado una fase medieval andalusí posterior.
Los restos orgánicos de la fase andalusí, como es el caso de las semillas, han sido incorporadas al proyecto 'Meedfreenrev, Repensando la Revolución verde en el Mediterráneo occidental medieval', dirigido por las Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de Granada, la Universidad de Reading y la Universidad de York, y financiados por el European Research Council, programa Horizon.

Yacimiento arqueológico hallado durante las obras de reforma de Isidoro Macabich, en Ibiza
Los estudios de época antigua, sobre las maderas romanas y también semillas, están a cargo de J. Ros del ISEMA, en el marco del proyecto 'Framing the impact of socio.economical changes on medieval Mediterranean Agriculture'.
De momento, la talla de Hércules es la estrella del hallazgo: un fragmento del pasado enterrado en un antiguo pozo y preservado por el agua durante casi dos milenios. Un recordatorio de que, bajo las calles actuales, Ibiza sigue escondiendo historias que apenas empezamos a desenterrar.




