“Perdoné a los que mataron y echaron los cuerpos de mi familia al río y me hice sacerdote”
El padre Laurent Rutinduka cuenta en Fin de Semana con Cristina cómo fue su durísima infancia y juventud tras el genocidio de Ruanda

“Perdoné a los que mataron y echaron los cuerpos de mi familia al río y me hice sacerdote”
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Laurent Rutinduka tiene 54 años y es oriundo de Ruanda. En 1994 asesinaron a sus padres, a 7 hermanos y a otros 23 miembros de su familia durante el genocidio que tiene lugar allí. Uno podría pensar que, después de eso, querría vengarse, y no le faltaría razón, pero su futuro es muy distinto: hoy es sacerdote de los Sagrados Corazones en Palma de Mallorca.
El padre Rutinduka ha estado en Fin de Semana con Cristina para reconocer, entre otras cosas, que fue, por supuesto, “una tragedia. Tenía 26 años, me costó mucho aceptarlo, no lo afrontaba, tenía rabia contra Dios y las milicias. La gente huía y nadie pensaba en salvar a esas familias. Al principio tuve deseos, los primeros días, de buscar venganza, y estuve tiempo así, pero poco a poco y rezando mucho lo superé hasta dar el perdón y la conciliación. Fue una fuerza de Dios, de lo Alto, me ha iluminado”.
El sacerdote reconoce que lo que le hizo “más daño” fue sabe que entre esos asesinos había varias personas cristianas, “eso me golpeó mucho”.
Con el tiempo fue a visitar a los asesinos a la cárcel, “y algunos pidieron perdón”, algo que él hizo: “Les perdoné, aunque fue un proceso lento y progresivo, pero poco a poco se consigue perdonar. Es un trabajo enorme y sin fe es muy difícil. Es el Espíritu Santo, un día rezando sentí su fuerza”.
¿Volvería a su tierra natal? “Estuve de vacaciones al año pasado, pero si quieres saber si volvería de forma perpetua, por supuesto, aunque depende de mis superiores que me lo digan, pero volvería corriendo”, termina.