Las células mesenquimales estromales se están investigando para heridas crónicas de pie diabético
Es el eje del proyecto del joven investigador Marc Alcaraz Romero, que ha estado en el espacio "Mira la Ciencia" de la Fundación Seneca en COPE MURCIA

De izquierda a derecha, Marc Alcaraz y José Nicolas Villaescusa
Murcia - Publicado el
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Junto a él, ha estado como director del proyecto, Francisco José Nicolás Villaescusa, del grupo de investigación Oncología Molecular y TGFß.
Nacido en Lorca en 1999, Marc Alcaraz, obtuvo en 2021 el grado en Bioquímica por la Universidad de Murcia. A continuación, cursa el máster Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina en la Universidad Complutense de Madrid obteniendo el título de máster en 2022. En el año 2024 obtiene una ayuda de la Fundación Séneca para realizar la tesis doctoral en la Universidad de Murcia. Posee comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, así como publicaciones científicas en revistas de carácter nacional e internacional.
Marc ha asegurado que "la membrana amniótica ha mostrado eficacia en la regeneración tisular". No obstante, su aplicación clínica se enfrenta a limitaciones debido a la dependencia de donaciones y los estrictos requisitos de almacenamiento.
TRATAMIENTOS CON UNA CARGA ECONOMICA PARA LA SALUD PUBLICA
Las heridas crónicas, como las úlceras diabéticas, impactan negativamente la calidad de vida del paciente y representan una carga creciente para los sistemas de salud. Ante este desafío, se está desarrollando un sustituto funcional de la Membrana Amniótica basado en subproductos celulares procedentes de células epiteliales y mesenquimales estromales, que presentan propiedades regenerativas, antiinflamatorias y antifibróticas.
Teniendo en cuenta que muchas de las lesiones están en zonas de escaso suministro sanguíneo para lograr una aplicación efectiva de estos compuestos bioactivos, el proyecto pretende incorporar un sistema de administración basado en cremas hidrofílicas para aplicar las vesículas extracelulares o medios condicionados sobre las heridas.
Este proyecto que supondrá una autentica revolución para los enfermos de pie diabético, sobre todo en etapas finales, donde existe riesgo de amputación, podría estar en marcha, una vez se pruebe en ratones, en un periodo de entre 5 y 10 años.



