"Sánchez ha liderado el PSOE sin oposición, pero muchos en el partido ya se mueven para el día en el que él no se sitúe al frente"

Pedro Sánchez ha comparecido hoy para hacer balance de este 2025. Una comparecencia en la que ha sacado pecho de los grandes datos económicos y en la que, como medida estrella, ha anunciado un bono transporte de carácter nacional que servirá para usar los trenes de media distancia y cercanías, así como a los autobuses estatales. 

Sánchez ha comparecido en Moncloa, donde ha dicho que no habrá remodelación de gobierno ni adelanto de elecciones generales, pese a los casos de corrupción que rodean al Ejecutivo y al PSOE y los escándalos por los presuntos casos de acoso sexual destapados en el partido. Un año que va a terminar con las elecciones en Extremadura, donde según todos los sondeos, el PSOE se va a dar un batacazo importante. 

Un año que Sánchez iniciaba con la idea de recuperar la iniciativa política tras los cinco días de reflexión que a mediados del año pasado pusieron sin duda su continuidad al frente del gobierno. Un año, este 2025 en el que el presidente no ha podido evitar que su hermano se siente en el banquillo de los acusados en un juicio previsto para mayo del año que viene, ni que su mujer esté investigada por varios delitos, incluyendo el tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Este que va a terminar será el año recordado. 

Será recordado porque los dos secretarios de organización del Partido Socialista, nombrados por Pedro Sánchez han pasado por la cárcel. Primero Santos Cerdán, después José Luis Ábalos, sus dos hombres de confianza al frente del partido. Solo por un caso el cobre de mordidas por vender mascarillas en la pandemia se piden para Ábalos 24 años de prisión. 

Las investigaciones sitúan a su otro hombre de confianza, Santos Cerdán, en el epicentro de la red de corrupción. Esta mañana acudía a firmar al juzgado de Tafalla. Está en libertad provisional, pero se enfrenta a graves acusaciones, entre otras, estar al frente de una organización criminal destinada al cobro de comisiones por adjudicación de obra pública. Una pequeña empresa sin apenas actividad, Servinabar, se benefició de obras públicas de envergadura acudiendo de la mano de un gigante de la construcción como es Acciona. Promete que dará explicaciones, pero de momento Santos Cardán se enfada con los periodistas.

Un portazo como el que Sánchez pretende dar a los casos de corrupción que se le acumulan. Por cierto, que Santos Cerdán tendrá ocasión de explicarse esta semana en la Comisión de Investigación del Senado. El año empezó con la aparición pública de un personaje, un tanto estrafalario, llamado Leire Díez. 

Y termina con ella formando parte junto al expresidente de la SEPI, al otro dueño de Servinabar, el empresario Antxon Alonso, en otra organización dedicada al cobro de mordidas por obra pública. De lo que se va conociendo de la investigación, Abierta en la Audiencia Nacional, la trama habría cobrado mordidas por cinco contratos por valor de 130 millones de euros. Y podríamos seguir con las investigaciones a la red montada por el PSOE para buscar información que desacreditara a jueces y fiscales encargados de investigar los casos de corrupción en el entorno familiar del presidente. 

Una corrupción creciente que nos trae noticias cada día y ante la cual Sánchez en un balance triunfalista presume de contundencia en la respuesta. No lo ha tenido hasta ahora porque la red corrupta operó presuntamente desde el primer día que él llegó a Moncloa. Y por mucho que diga que se ha actuado con contundencia frente a las acusaciones de acoso sexual, no parece que estas vayan a parar, sino todo lo contrario. Solo en Galicia, 170 mujeres han firmado un manifiesto por el feminismo en el PSOE. El movimiento se está extendiendo y la pérdida de voto femenino crece cada día que pasa. La receta que trata de vender Sánchez es continuidad y que nada cambie, ni remodelación del gobierno ni adelanto de las elecciones generales. 

El tiempo dirá si es capaz de aguantar hasta mediados de 2027. A día de hoy parece muy complicado. Sánchez ha liderado el PSOE sin oposición, pero muchos en el partido ya se mueven para el día en el que él no se sitúe al frente.