Cuando el móvil sustituye al amigo: cómo afecta la tecnología a la salud mental infantil
La psicóloga de Ribera Practiser Mercedes Maruenda ofrece claves para detectar cuando se hace mal uso de las nuevas herramientas y redes sociales

Cuando el móvil sustituye al amigo: cómo afecta la tecnología a la salud mental infantil
Murcia - Publicado el - Actualizado
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El mundo va cambiando demasiado rápido. Llegan a la vida herramientas nuevas para relacionarse como las redes sociales, instrumentos como la Inteligencia artificial que ofrecen un sinfín de ventajas, pero que mal usadas, también entrañan peligros y especialmente en los niños que están en plena formación.
Lo importante es detectar cuando hay un problema, conocer las señales que deben alertar y acudir a un profesional de la salud mental, igual que se acude a un traumatólogo si el pequeño se ha caído o golpeado. No siempre son cosas que se irán pasando con la edad.
El uso excesivo de móviles, consolas y redes sociales se ha convertido en uno de los grandes retos para la salud mental infantil y juvenil. Así lo ha señalado Mercedes Maruenda Robles, psicóloga infantil y juvenil del centro médico Ribera Practiser, en una entrevista en COPE donde ha lanzado una seria advertencia:
“Hay menores que ya no se relacionan cara a cara con otros. Están en su zona de confort, en casa, con el móvil o la consola, y el problema es que ese dispositivo está sustituyendo el contacto humano”.
Maruenda explica que este fenómeno está afectando cada vez más a las familias y que el abuso de la tecnología es uno de los principales motivos de consulta psicológica hoy en día:
“Vemos niños con una fuerte dependencia del móvil y una baja tolerancia a la frustración cuando se les imponen límites. Y lo más grave es que muchos padres no son conscientes del problema hasta que el aislamiento o el malestar emocional ya son muy evidentes”, afirma.
La especialista insiste en la importancia de la prevención: establecer horarios, evitar el uso de pantallas en momentos clave como las comidas o antes de dormir, y, sobre todo, observar cambios de conducta:
“Si un adolescente deja de hacer actividades que antes le gustaban, se aísla o muestra cambios bruscos de humor, es una señal de alerta. No siempre será algo grave, pero es el momento de consultar”.

La psicóloga Mercedes Maruenda, en su consulta
Sobre el uso de herramientas como la inteligencia artificial, Maruenda señala que, aunque aún no se han detectado muchos casos directos en su consulta, existe un riesgo claro cuando estas tecnologías suplantan las relaciones reales:
“Esa inmediatez, ese parecer que te está contestando alguien del otro lado, puede sustituir una conversación real con un amigo, un padre o un profesor. Y eso puede derivar en problemas serios”.
De hecho, recuerda un caso reciente en Estados Unidos donde una adolescente se quitó la vida tras mantener una interacción prolongada con un sistema de inteligencia artificial: “No podemos mirar hacia otro lado. La tecnología es una herramienta, pero si se convierte en la única vía de comunicación, estamos ante un problema de fondo”, advierte.
no salir no es sinónimo de tranquilidad siempre
De hecho, advierte que muchos padres se muestran en principio tranquilos, porque sus hijos no salgan mucho, porque parece sinónimo de estar protegidos. Sin embargo, si es de forma muy prolongada puede ser una forma de aislamiento que no es nada beneficioso.
Desde el Hospital Ribera Practiser, en Calle Juan Fernández, Maruenda y su equipo trabajan para detectar y tratar este tipo de situaciones cuanto antes. “Ir al psicólogo no es motivo de estigma, todo lo contrario: es dar un paso hacia una infancia y una adolescencia más felices. Como llevamos al traumatólogo si les duele un pie, también debemos acudir al psicólogo cuando algo emocional no va bien”, concluye.