Una catalana va a su primera clase de euskera tras tres años viviendo en Bilbao y no se lo cree: "¿Este es el nivel A1?"
Nàcara Huelamo comparte en TikTok su sorprendente y cómica experiencia al intentar aprender el idioma vasco, un vídeo que se ha vuelto viral en redes sociales

Nàcara Huelamo, en el vídeo
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Tras tres años viviendo en Bilbao, una joven catalana identificada en TikTok como Nàcara Huelamo ha decidido que era el momento de integrarse por completo y se ha apuntado a clases de euskera. Su primer contacto con el idioma ha sido tan sorprendente que no ha dudado en compartirlo en un vídeo que ya se ha vuelto viral, narrando su cómica experiencia.
La protagonista explica que, "como buena catalana, nos encanta 'caparlà' al nuestro idioma", una expresión que refleja el apego por la lengua propia y que, en su caso, la ha motivado a aprender la del lugar que la acoge. Esta conexión entre culturas no es nueva, e incluso existen curiosidades como la de un pueblo de Cataluña con nombre en euskera, mostrando los lazos históricos.
Un nivel A1 inesperado
Su aventura comenzaba con buen pie, llegando cinco minutos antes de la hora, pero la calma duró poco. "De repente, Egunón, Selan Hondasu", cuenta que dijo la profesora al entrar. La inmersión fue inmediata y el desconcierto, total. Su primera impresión al salir de la clase fue contundente: "quería llorar".
Quería llorar"
Descolocada por la situación, se acercó a la profesora para asegurarse de que estaba en el grupo correcto. Su sorpresa fue mayúscula al confirmar que se trataba del nivel A1, el más básico. "Oye, perdona, ¿qué nivel es este?", preguntó, a lo que la docente respondió que era "A uno". La incredulidad de la joven fue tal que repreguntó: "¿Y hay algún nivel por debajo del A1? Creo que me he equivocado".
Hay algún nivel por debajo de la uno"
Sobrevivir para contarlo
Tras la negativa de la profesora y su sarcástica reacción ("¡Ah, maravilloso!"), Nàcara "sobrevivió" a su primera lección. Sin embargo, su capacidad de retención se vio superada por la dificultad inicial. "No pude retener mucho más", admite. Lo poco que se le quedó grabado fue su propia presentación, aunque con una pronunciación adaptada: "Nina Carace y os hondo".
La experiencia de Nàcara refleja el desafío que para muchos supone acercarse a un idioma tan singular como el euskera, aunque su vídeo demuestra que el humor es el mejor aliado. A pesar de los retos, iniciativas como la suya son clave para mantener viva una lengua que, según algunos estudios, presenta un complejo futuro en el propio Euskadi.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



