Un físico desvela a qué distancia real se encuentra el horizonte y por qué te va a sorprender
Joaquín Sevilla, experto de la Universidad Pública de Navarra, ha detallado en 'Herrera en COPE Navarra' los sencillos cálculos geométricos que determinan el límite de nuestra visión, un fenómeno marcado por la curvatura de la Tierra.

La Red de Juderías explica en COPE en qué consiste ‘Phygital’: un proyecto para poner la tecnología a favor del turismo. Foto: Noela Bao
Pamplona - Publicado el
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En la sección de ciencia del programa "Herrera en COPE Navarra", el físico de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Joaquín Sevilla, ha resuelto una de esas preguntas aparentemente sencillas pero con una respuesta compleja: ¿a qué distancia está el horizonte?
La primera contestación, como ha adelantado el experto, ha sido un rotundo "depende", ya que la altura a la que nos encontramos es la variable fundamental. Sevilla ha animado a la audiencia a estimar si se trata de metros o de cientos de kilómetros antes de desvelar el cálculo, anticipando que el resultado sería sorprendente.

Paisaje otoñal en el embalse de la presa de Cazalegas
El primer factor que ha señalado el físico es si nos encontramos en un entorno con el horizonte despejado o cerrado. "Si estamos en una ciudad o en un bosque, lo que tenemos alrededor son edificios o árboles, pues el horizonte no lo vemos", ha explicado. En cambio, en una llanura o, más claramente, en la orilla del mar, la línea que separa la superficie del cielo es el horizonte real.
La razón por la que existe este límite, como por ejemplo cuando un barco se aleja y desaparece de nuestra vista, no es nuestra capacidad visual, sino la propia curvatura de la Tierra.
La clave está en la geometría y el teorema de Pitágoras
Una vez que se entiende que el horizonte es el punto donde nuestra línea de visión se hace tangente a la superficie terrestre, el problema se ha podido plantear de forma geométrica. Imaginando que nos ponemos de pie sobre la Tierra, nuestra vista traza una línea recta que toca en un punto la circunferencia del planeta. Teniendo en cuenta que el radio medio de la Tierra es de 6.371 kilómetros, la situación se ha modelado con un simple triángulo rectángulo.
Sabiendo la altura de los ojos respecto del suelo y el radio de la tierra, ya de ahí se despeja esa distancia.
Físico de la UPNA
Cálculos prácticos: de la orilla del mar a la cima de una montaña
Aplicando esta fórmula, los resultados han resultado reveladores. Una persona sentada en una toalla en la playa, con los ojos a un metro de altura, ve el horizonte a solo 3,5 kilómetros de distancia. "A mí, cuando me he hecho los numeritos, me ha parecido cerca, yo pensaba que veía un poco más lejos", ha confesado Sevilla.
Si esa misma persona se pone de pie o sube a la torre de un socorrista, a unos 3 metros de altura, su visión ya alcanza los 6,2 kilómetros. Y si nos vamos a un monte de 300 metros sobre una llanura, la distancia se dispara hasta los 62 kilómetros, aunque en estos casos ya empiezan a influir otros factores como la nitidez de la atmósfera.

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Factores que alteran la visión: montañas y refracción atmosférica
El cálculo se complica si en el paisaje hay elementos que rompen esa superficie plana. Un monte lejano, por ejemplo, puede verse aunque esté más allá de la distancia calculada para el horizonte, simplemente porque "sobresale" por encima de la curvatura terrestre. A esto se le suma un fenómeno físico llamado refracción atmosférica.
Este efecto provoca que los rayos de luz se tuerzan al atravesar la atmósfera, de forma similar a como un lápiz parece doblarse dentro de un vaso de agua. "Eso hace que en realidad, cuando miramos justo en el horizonte, estamos viendo cosas que están un poquito detrás del horizonte puramente geométrico", ha comentado el físico. Aunque este efecto es despreciable en la vida cotidiana, es fundamental para los cálculos astronómicos, como predecir la hora exacta de una puesta de sol.
Una lección de historia: de los piratas a los castillos medievales
Esta dependencia de la altura para ver más lejos ha sido un conocimiento empírico fundamental a lo largo de la historia. "En todas las películas de piratas hemos visto que el vigía se pone en lo alto del palo mayor, porque claro, es el punto más alto y, por lo tanto, desde donde alcanzas una visión mayor", ha recordado Sevilla.

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Lo mismo se aplica a la construcción de fortalezas y castillos en colinas, que no solo ofrecían ventajas defensivas, sino también un control visual mucho mayor del territorio circundante. El horizonte, en realidad, no es una línea recta, sino un círculo a nuestro alrededor cuyo radio depende de nuestra altura.
Como conclusión, Joaquín Sevilla ha resumido que, en situaciones cotidianas, el horizonte se encuentra a una distancia que varía entre unos pocos kilómetros y unas pocas decenas. Sin embargo, el dato más memorable ha sido el de la playa: sentados plácidamente en la arena, lo que dejamos de ver en el mar se encuentra a tan solo 3,5 kilómetros de distancia.
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