50 niños extraviados durante una ruta de senderismo: Así se evitó una tragedia en el corazón de La Rioja

Lo que iba a ser una tranquila jornada de senderismo por uno de los parajes más bellos de La Rioja terminó convirtiéndose en una auténtica experiencia límite para 50 niños de entre 9 y 11 años y sus cuatro monitores. El grupo, perteneciente a un campamento infantil, se desorientó durante la ruta entre la ermita de Lomos de Orios y el sendero de Las Majadas, pasando por las conocidas cascadas de Puente Ra, en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Cebollera, en Villoslada de Cameros. 

 Problemas de cobertura y angustia

La dificultad para orientarse se agravó por la ausencia de cobertura telefónica en gran parte del recorrido. Sin embargo, uno de los monitores logró contactar con el centro de emergencias de SOS Rioja para alertar de la situación. Fue la propia directora del campamento quien, con dificultad, consiguió confirmar que todos los niños y adultos se encontraban bien, aunque seguían sin encontrar el camino de regreso.

 La movilización fue inmediata  

Desde ese momento, se activó un dispositivo de búsqueda coordinado en el que participaron la Guardia Civil, agentes forestales, monitores del campamento que no habían acudido a la excursión y, finalmente, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), además de un helicóptero preparado para la localización aérea. 

Los agentes del puesto de Torrecilla en Cameros se desplazaron rápidamente a la zona, donde contactaron con la directora y el conductor del autobús. Ambos se encontraban visiblemente nerviosos tras haber recorrido sin éxito varios caminos en busca del grupo extraviado. Afortunadamente, varios senderistas informaron de haber escuchado voces infantiles en las cercanías del Puente Ra, lo que guió a los efectivos hasta el cortafuegos de La Lastra.

Allí, finalmente, fueron encontrados todos los integrantes del grupo. Algunos niños estaban tan cansados y deshidratados que no podían seguir caminando, por lo que los propios agentes los llevaron en brazos hasta el punto de recogida. Se dividió al grupo para facilitar el regreso: unos bajaron con ayuda de los efectivos hasta un autobús habilitado, mientras que otros, ya guiados por los monitores, continuaron a pie hasta el punto de encuentro en La Blanca, donde se les ofreció agua, fruta y comida.

  Un final feliz 

A las 21:30 horas, SOS Rioja recibió la confirmación definitiva de que todos los menores y monitores habían regresado al campamento. No hubo que lamentar asistencias sanitarias, aunque sí mucho cansancio y algunas lágrimas de alivio. A pesar del susto, los niños calificaron la experiencia como una auténtica aventura que, sin duda, recordarán toda su vida. Solidaridad, eficacia y responsabilidad

Este episodio es también un recordatorio de la importancia de la coordinación entre cuerpos de emergencia, del conocimiento del terreno por parte de los agentes forestales y del compromiso de los monitores. Porque incluso en mitad del monte, rodeados de árboles, silencio y caminos que se bifurcan, nadie está solo.