El debate sobre el uso de Las Gaunas vuelve al primer plano del fútbol riojano
El DUX Logroño asciende a la Liga F y abre el debate sobre el uso de Las Gaunas

Las Gaunas
Logroño - Publicado el
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El DUX Logroño ha logrado el ascenso a la Liga F, la máxima categoría del fútbol femenino español, tras imponerse al CP Cacereño en la final del playoff. Este hito deportivo no solo supone un motivo de celebración, sino que abre un nuevo escenario de incertidumbre para el fútbol riojano, especialmente en torno al uso del estadio municipal de Las Gaunas.
Este recinto, con una capacidad para algo menos de 16.000 espectadores, es actualmente el único en Logroño que cumple los requisitos exigidos por la Liga F, incluyendo césped natural y tecnología VAR, dos elementos imprescindibles a partir de la temporada 2025-2026. Sin embargo, Las Gaunas ya es utilizado de forma habitual por la UD Logroñés y la SD Logroñés, equipos que militan en Segunda Federación. Su uso compartido plantea un desafío logístico sin precedentes, en España no existe aún un caso en el que tres clubes profesionales compartan estadio durante toda una temporada.
El presidente del DUX Logroño, Javier Ruffini, ha asegurado que el club aún no ha decidido si pedirá jugar en Las Gaunas. Antes, quieren analizar con calma la nueva realidad deportiva a la que se enfrentan y estudiar a fondo la normativa de la competición.
La Ciudad Deportiva de Pradoviejo, donde el equipo celebró su ascenso, queda descartada como opción al contar solo con campos de césped artificial. Por su parte, el club ha adquirido recientemente las instalaciones de La Isla, antiguo feudo del CD Berceo. Este espacio sí dispone de césped natural, aunque requiere una importante inversión en infraestructuras para adecuarse a los estándares de la Liga F. Además, cualquier reforma debería pasar por los trámites administrativos pertinentes, lo que dificulta su disponibilidad a corto plazo.
En este contexto, Las Gaunas se perfila como la única solución inmediata y viable, aunque con los desafíos que implica compartir el estadio con otros dos equipos. El ascenso del DUX Logroño devuelve al primer plano un viejo dilema del fútbol en la región: cómo gestionar los escasos recursos e instalaciones para dar cabida a un deporte en crecimiento.