Las consecuencias para los empresarios de Burgos tras la guerra de aranceles desatada por Trump: "Es un terremoto"
Burgos puede presumir de ser un referente en la exportación de productos, pero eso le hace precisamente una de las provincias más afectadas por la última imposición del presidente de Estados Unidos

Las consecuencias para los empresarios de Burgos tras la guerra de aranceles desatada por Trump: "Es un terremoto"
Burgos - Publicado el - Actualizado
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Como un terremoto. Así valora el presidente de Femebur y CEO de Hiperbaric, Andrés Hernando, el impacto de la guerra de aranceles mundial desatada por Donald Trump. La medida de imponer un arancel del 20% a los productos que llegan desde la Unión Europea ha generado una gran incertidumbre entre las empresas burgalesas con presencia en el mercado estadounidense. "Esto va a suponer un problema muy grave. Es un terremoto y no sabemos lo que va a pasar después, estamos todos en 'shock'", afirmó el representante del sector del metal en Burgos.
Hernando advirtió de las graves consecuencias de esta decisión. "Esto va a suponer un problema muy grave, primero en Estados Unidos, porque se tiene que reorganizar toda su cadena de suministros, y todo el sistema económico va a cambiar", señaló. Además, pidió "sensatez" al Gobierno de EE.UU. ante el nuevo escenario comercial.

Imagen de archivo de una empresa del sector del metal.
El CEO de Hiperbaric participó esta mañana en un encuentro en la Cámara de Comercio con la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, en el que también estuvieron presentes más de una veintena de representantes de grandes empresas y pymes burgalesas. Entre ellas, nombres destacados como Nicolás Correa, Adisseo, Benteler, Antolin, Campofrío, Grupo Komtes, El Corte Inglés, La Flor Burgalesa y varias bodegas.
El empresario comparó la situación con la crisis de la pandemia. "Yo no soy capaz ahora mismo de entender lo que va a pasar, pero va a ser algo parecido a la pandemia, va a haber un antes y un después como el que sufrimos con la pandemia", recordó. En este sentido, se mostró escéptico sobre la posibilidad de recibir ayudas porque esto "es un tema global". "Estados Unidos es un actor clave que, no nos olvidemos, fue el que creó la Organización Mundial del Comercio. Ahora, directamente, se la ha cargado y era la organización que velaba por la equidad en las transacciones internacionales. Hemos entrado en una dinámica totalmente distinta, el más fuerte se come al más débil y veremos a ver qué pasa", aseguró.
En cuanto al impacto en Hiperbaric, Hernando explicó que el mercado estadounidense solía ser "muy abierto, donde se hacían los negocios de una manera muy fácil". Sin embargo, reconoció que "ahora hemos perdido una competitividad importante, pero otros han perdido más. No lo olvidemos, a nosotros nos están poniendo un 20% de aranceles, a los chinos les están poniendo un 34%".
A pesar de la incertidumbre, el empresario cree que aún hay margen para reaccionar: "Creo que todavía hay margen para seguir trabajando y seguir avanzando, pero este cambio hay empresas que no lo van a soportar y hay empresas americanas que tampoco lo van a soportar".
Las empresas burgalesas con presencia en EE.UU. siguen a la expectativa de cómo evolucionará la situación y cuáles serán las medidas que se adopten para hacer frente a esta nueva realidad económica.
Los vinos también se ven golpeados
El impacto de los aranceles también ha golpeado a los vinos de la Ribera del Duero. Aunque finalmente el incremento se ha quedado en un 25% en lugar del 200% que Trump llegó a insinuar, el sector lo recibe con preocupación. "Tenemos que afrontar que el coste se va a incrementar y esperemos y deseemos que realmente no repercuta muy negativamente en las ventas", reconoció Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen.

A pesar del golpe, Pascual dejó claro que los vinos de la Ribera del Duero no piensan retirarse del mercado estadounidense. "Lucharemos como siempre hemos luchado, estamos acostumbrados a batirnos el cobre en cualquier terreno y calidad tenemos, eso sí que es cierto. La calidad es fundamental", subrayó. Su esperanza es que los consumidores norteamericanos "sigan apostando por nuestros vinos, aunque tengan que pagar un poco más".

Enrique Pascual, presidente de la D.O. Ribera del Duero
El sector cuenta con un acuerdo con la DO Rueda en EE.UU., un mercado clave para ambas denominaciones. "Es un acuerdo muy ambicioso y muy interesante para el mercado del vino, ellos con los blancos y nosotros con los tintos, y es muy importante para nuestros presupuestos", explicó Pascual.
Aunque las ventas a EE.UU. representan solo el 2% de la producción total de Ribera del Duero, suponen el 10% de las exportaciones de la DO. Paradójicamente, los aranceles penalizan a un consumo que estaba en crecimiento en el país de Trump. El temor de Pascual es que esta situación empuje a los exportadores a buscar otros mercados alternativos, generando un efecto dominó con más competencia y conflictos comerciales en otros territorios.