Los fontaneros de Tenerife piden que dejen de relacionarles con casos de corrupción política: “Somos una profesión esencial y respetable”

Seguro que en los últimos días has escuchado más que nunca la palabra “fontanero”. O, mejor, dicho, “fontanera”. Todo, referente al caso Leire Díez, ex afiliada al Partido Socialista, y en referencia a su trabajo escondido dentro del partido -aunque ella se ha descrito como una periodista de investigación-. Al hilo de todo este asunto, la asociación Asociación Empresarial de Aguas, Gas, Térmicas y Fluidos de Tenerife (APIGASTE), ha alzado la voz. Se ha quejado de ese uso despectivo del nombre de su oficio. Y con toda la razón.

Llevan años reclamando que se ha puesto unas connotaciones peyorativas hacia su trabajo que les dificultan el desarrollo profesional. Pedro Armas es el presidente de la Asociación y ha hecho público el malestar del sector con el uso de esta palabra: “Estamos muy indignados y muy enfadados del sector con el uso indiscriminado de la palabra 'fontanero', además con esas connotaciones negativas siempre. Empezamos a estar nombrando al fontanero, no para cuestiones de reconocimiento, no para cuestiones de dignificar y hacer atractiva la profesión, no para cuestiones positivas, sino con temas negativos”.

Estamos indignados y muy enfadados. Ya relacionamos al fontanero con temas negativos

Pedro Armas

Presidente de APIGASTE

Los fontaneros, sin renunciar a sus orígenes, ponen de manifiesto que son un sector profesional comprometido con el avance y completamente actualizado: “No renunciamos a nuestros orígenes, pero el fontanero ahora mismo, el profesional que está trabajando y que permite que en nuestras casas todos tengamos lo que llamamos agua potable, trabajemos en instalaciones hidrosanitarias, llevamos el sector trabajando para dignificar a la profesión, para hacer ver que tenemos una labor esencial, que aportamos mucho valor a la sociedad”.

PROFESIÓN ESENCIAL

La profesión de fontanero, tan denostada muchas veces en el imaginario colectivo, aporta un gran valor añadido a la ciudadanía, hasta el punto en que, durante la pandemia, fueron considerados esenciales: “No paramos la actividad porque teníamos que estar ahí defendiendo que todo el mundo en su casa tuviera un suministro de agua en calidad y en cantidad, que es a lo que nos dedicamos”.

Al margen de esto, además, ponen de manifiesto que hay una alarmante falta de relevo generacional: “Hay un futuro espectacular pero tenemos un gran problema, lo tenemos súper estudiado. Hay una falta brutal de renovación generacional. Tenemos claro que en 10 años el 50% de los profesionales que a día de hoy están trabajando va a estar en disposición de jubilarse. Con lo cual, vamos a tener un gran problema”.