El encarecimiento de los alimentos pone en riesgo una dieta saludable: "Comer bien es barato porque la salud es la mejor inversión"
Los recortes afectan a toda la cadena de producción y elevar los precios de alimentos básicos durante todo el año

Fran Aísa, agrarista
Jaca - Publicado el - Actualizado
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La futura reforma de la PAC 2028-2034 tendrá un impacto directo en los precios de los alimentos, afectando tanto a agricultores y ganaderos como a los consumidores. La subida de los costes puede obligar a muchas familias a modificar su alimentación y a depender de productos de menor calidad, con consecuencias para la salud y el bienestar. Como alerta el agrarista Fran Aísa, “comer bien es barato porque la salud es la mejor inversión”.
La reforma de la PAC y el aumento del precio de los alimentos
Según Fran Aísa, los recortes previstos en las ayudas —actualmente situados en torno al 18%— no solo afectarán al sector primario, sino que tendrán un efecto directo en el bolsillo de los consumidores. “Si recortas los ingresos por los bajos precios a la agricultura y ganadería familiar, se cierran explotaciones y va todo a las grandes fábricas. Eso amenaza con subir la cesta de la compra entre un 5% y un 9%, hablamos de 500 euros por familia”, explica.
En un contexto en el que los huevos han subido un 22% y la carne un 17%, muchas familias se ven obligadas a replantear incluso los menús navideños debido a la inflación alimentaria que supera con creces la media europea.
La importancia de comer bien para la salud
Aísa insiste en que, pese a la presión de los precios, comer alimentos de calidad sigue siendo más económico a largo plazo, porque evita problemas de salud que terminan generando costes mayores. “Comer bien es lo más barato que hay”, recalca, “y si uno cuida su salud y come bien, se ahorra problemas futuros”.
Comer alimentos de calidad sigue siendo más económico a largo plazo, porque evita problemas de salud "
El agrarista alerta de que si los alimentos básicos y de calidad se convierten en productos de lujo, muchas personas no podrán acceder a ellos, aumentando la dependencia de productos ultraprocesados.
España exporta calidad pero importa problemas
España es uno de los principales exportadores de productos agrícolas de alta calidad, pero gran parte de estos alimentos se destinan al exterior. Según Aísa, “producimos calidad, no cantidad, y la exportamos. Generamos alimentos muy buenos con alto valor añadido, pero dentro de España no se consumen lo suficiente porque tenemos menor poder adquisitivo que otros países europeos”.
El agrarista destaca que los españoles han ganado solo un 11% en poder adquisitivo en los últimos 20 años, la mitad que la media europea, mientras las cooperativas locales, aunque facturan millones, siguen siendo pequeñas frente a los gigantes internacionales.
Ultraprocesados y riesgos para la salud
El aumento del precio de los alimentos y la menor capacidad de compra han impulsado el consumo de ultraprocesados en España y Europa, con efectos negativos sobre la salud pública. Aísa advierte: “Me da mucho miedo la comida de mala calidad y cómo afecta la salud, sobre todo con el consumo de ultraprocesados que se está disparando”.
El experto recomienda revisar las etiquetas de los productos y priorizar alimentos frescos y de calidad, recordando que en países como Estados Unidos la falta de acceso a productos de calidad ha disparado la obesidad infantil y adulta.
Desajustes entre precios de origen y consumidor
El agrarista explica otra anomalía de la cadena alimentaria: “El cacao se desplomó un 64% en origen, pero el precio de la tableta de chocolate no baja. Lo mismo ocurre con el trigo; las subidas se trasladan al consumidor al instante, pero las bajadas casi nunca”.
Para Aísa, esto evidencia la necesidad de que los gobiernos actúen de manera constante y no solo en periodos señalados como la Navidad, garantizando que los alimentos sean accesibles todo el año.
calidad, salud y futuro
Aísa concluye con un mensaje claro para Europa y España: “Si queremos comer bien, debemos mejorar los puestos de trabajo, generar economía y garantizar acceso a alimentos de calidad. Comer bien es salud”.
El futuro del sector agroalimentario depende de apoyar la agricultura familiar, invertir en valor añadido y proteger la alimentación saludable de las familias.







